Compré esta novela hace ya como tres años, si mal no recuerdo aprovechando un Kindle Flash. Suelo hacerlo cuando leo recomendaciones entusiastas de gente en cuyo criterio confío, y esta vez tampoco me equivoqué. La tenía ahí esperando y ahora, nada más cumplir mi reto de lecturas de 2020, por fin le tocó el turno.
SINOPSIS:
Londres, 1830. Lady Holland Taylor lleva tres años de luto por la muerte de su esposo George Taylor, a quien admiraba y amaba con todo su corazón. Aunque ella no quiera hacerlo es el momento de seguir adelante sin la persona con la que imaginó que pasaría el resto de su vida, y el baile de lady Bellemont es el evento escogido para reaparecer en sociedad. No obstante Holly no puede soportar estar allí sin George y huye a un sitio más tranquilo a esperar su carruaje, donde se encuentra con un desconocido que no sólo le roba un apasionado beso sino que además despertará en ella el deseo de volver a poner en funcionamiento su vida.
Zachary Bronson es rico y poderoso, pero no es un caballero y toda la alta sociedad lo sabe; no sólo porque por todos es conocido que sus orígenes son humildes, sino porque Zach gozará de dinero y poder, pero no así de modales ni buen gusto. Cuando bese a la inocente y hermosa lady Holland en la oscuridad confundiéndola con otra persona, Zach habrá encontrado un nuevo reto que superar. ¿La excusa para tenerla a su lado? Que les enseñe a él y su familia a comportarse con clase y elegancia. No obstante, el amor que irá sintiendo por ella le impedirá soñar con algo más que una relación de amistad por el bien de la propia lady Holland.
¿Serán capaces ambos de encontrar el camino a donde empiezan los sueños?
* * *
Holly es una protagonista de las que suelo considerar "suicida", porque desde el primer encuentro con Zach es evidente que si se acerca a él a menos de dos metros está perdida. Y no solo decide acercarse, sino que acepta un empleo como tutora de su familia para enseñarles a comportarse en sociedad, para lo cual deberá trasladarse a vivir bajo su mismo techo. Se convence a sí misma de que el motivo de aceptar una oferta tan peculiar, que puede dar al traste con su prestigio social y hasta con su reputación, no es otro que el poder asegurar el futuro de su hija, y el suyo propio, aunque la verdad es que la aventura la llama a gritos. Aunque ha vivido tres años de sentido luto por su esposo, no tolera bien seguir recluida en casa de la familia de este, someterse a sus decisiones y depender económicamente de ellos, más aún cuando su situación no es realmente boyante. Es por eso que se engaña a sí misma para aceptar la tentadora oferta de un hombre que ya es una tentación en sí mismo.
Zachary Bronson es un libertino de manual, que además no tiene educación, ni clase, ni linaje, ni filtro. Solo tiene mucho dinero, un cerebro privilegiado, y un tesón y una ambición a prueba de bombas. Y un cuerpo que nada tiene que ver con los elegantes (y escuchimizados) nobles a los que ella está acostumbrada, y unas maneras que quedan muy lejos de las que una dama suele apreciar. Y muchas otras habilidades ocultas que, a pesar de que al principio la escandalizan, finalmente no tiene más remedio que agradecer, como no podía ser de otra forma.
Es una pareja con mucha química, muy diferentes a primera vista, pero en el fondo perfectamente compatibles. La autora maneja muy bien la tensión dramática porque en algún momento me he puesto realmente nerviosa pensando que lo iban a echar todo por la borda, y también me he divertido mucho con el fino sentido del humor tanto de Zachary como de su hermana Elizabeth, que me ha regalado grandes momentos. También la pequeña Rose, la hija de Holly, tiene un gran peso en la historia y será quien saque a la luz el lado más tierno de Zach.
Ha sido una experiencia muy grata y he disfrutado mucho de la pluma de esta autora, así que confío en volver a leer pronto alguna otra novela suya. Acepto sugerencias.
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