sábado, 31 de octubre de 2020

Nadina o la atracción del vacío (Marisa Sicilia)

Hacía tiempo que tenía ganas de ponerme con este libro, porque Marisa Sicilia siempre me sorprende y me encanta su forma de escribir. Me ha hecho sufrir un poco, porque la verdad es que tiene escenas bastante intensas y personajes que se juegan mucho, pero mucho, mucho, aunque sin duda, ha merecido la pena. 

domingo, 18 de octubre de 2020

Preparando el NaNoWriMo

 Pues nada, aquí ando, preparando el NaNoWriMo.

Algunos seguro que pensaréis, "¿Y eso qué es?". Lo sé, dicho así suena bastante críptico y extraño, pero no lo es tanto. Viene de: National Novel Writing Month. O sea, El mes nacional de escribir una novela. 

Yo me enteré hace unos años de que esto existía, en 2015, cuando ya llevaba un tiempo escribiendo. Me pareció una idea curiosa y atractiva. Es una especie de reto que se hace no ya a nivel nacional en Estados Unidos, donde surgió, sino en todo el mundo. Se trata de escribir una novela de 50.000 palabras en un mes. Eso son 1667 palabras diarias. Por supuesto, lo que sale de ahí en el caso de que termines no es realmente una novela, sino un primer borrador que luego hay que pulir, pero oye, es una ocasión excelente para ponerse las pilas.

jueves, 8 de octubre de 2020

El café de los corazones solitarios (Milly Johnson)

 Este libro ha sido una lectura conjunta en el grupo Yo escribo literatura romántica. La verdad es que probablemente no lo habría leído si no hubiera sido porque me lo propusieron allí, porque no había oído  ni tan siquiera hablar de él. Me alegro de haber participado porque me ha gustado mucho.  

jueves, 1 de octubre de 2020

La princesa de la luna, capítulo 1.

 Después de la portada y la sinopsis (por si no leísteis la entrada correspondiente os la dejo AQUÍ), toca compartir el primer capítulo de La princesa de la luna. Espero que os deje con ganas de saber más de Lena:

CAPÍTULO 1:

«Date la vuelta y mírame, date la vuelta y mírame, date la vuelta y mírame...». Mientras Lena repetía esas palabras en su cabeza como un mantra, girando de forma inconsciente entre sus manos su colgante adornado con una piedra azul, el chico moreno y atlético que se encontraba a poca distancia de ella absorto en la lectura de un libro se giró y la miró directamente a los ojos. Ella sonrió sosteniéndole la mirada y él apartó la vista avergonzado al verse sorprendido.

Lena cogió su mochila y se dispuso a bajarse del autobús, estaba llegando a su parada.

«Al final va a tener razón Blanca y soy un poco bruja», se dijo, divertida. Últimamente cada vez que probaba aquel truco le salía. Empezaba a creer a la loca de su amiga y a pensar que realmente era ella quien lo provocaba.