Hace unos años me tocó en un encuentro literario un libro de esta autora que resultó ser el segundo de una serie. Aprovechando el periodo de prueba de Nextory decidí escuchar este, que es el primero, para saber más de los personajes secundarios que ya había conocido en aquel. Como en muchas series, las historias son más o menos independientes, salvo que los personajes principales, en este caso tres hombres (y una mujer) que se conocieron de niños en un orfanato, son amigos.
SINOPSIS:
Conocida por todos como la «doncella de Mayfair» por su virtud inquebrantable, su resolución y su elevado concepto de la dignidad, Caledonia Rivers (Callie) es la líder de las sufragistas londinenses, la imagen perfecta de lo que tanto disgusta a todos aquellos que están en contra de que las mujeres se metan en líos políticos y pretendan tener un papel en la sociedad. Agitadores, lunáticos e incluso prostitutas la detestan. Sin embargo, estos no son sus mayores enemigos: Caledonia tiene uno peor, un parlamentario dispuesto a no detenerse ante nada para evitar que las mujeres puedan votar y, al mismo tiempo, alguien que desea destrozar su reputación por encima de todo.
Hadrian St. Claire lleva una mala temporada con las cartas, muy mala, que amenaza con hacer que sus huesos acaben en el fondo del Támesis. Por eso, aunque a regañadientes, acepta por dinero seducir a la famosa líder para después fotografiar con su cámara la que ha de ser su caída en desgracia. Pero la bella Callie, encantadora y de voz seductora, poco tiene que ver con la idea que él se había hecho de una solterona desgarbada que odia a los hombres. Y mientras la pasión entre ambos pasa de las chispas a un fuego más que ardiente, quien finalmente está en peligro de ser vencido es el propio Hadrian...
* * *
Me apetecía bastante saber la historia de esta pareja, sobre todo de Callie, que parecía un personaje muy interesante, y sin duda lo es. No he leído mucho anteriormente sobre las sufragistas londinenses, pero una protagonista con ambiciones políticas en una época en que las mujeres eran prácticamente invisibles (salvo que llevaran un bonito vestido y fueran colgadas del brazo de un hombre importante), es una apuesta fuerte. En ese sentido no me ha defraudado en absoluto.
Callie es una mujer fuerte, valiente y decidida, trabajadora y con ideales que está dispuesta a defender a toda costa. Ha asumido que nunca se casará tras abandonar a un prometido que se burló de ella, y ni tiene interés en encontrar pareja ni cree que pueda resultar atractiva para ningún hombre, especialmente dada su reputación, ya que la inteligencia, la independencia, la virtud y las ambiciones políticas no eran precisamente atributos deseables en una mujer de su época. Por eso, cuando conoce a Hadrian St. Claire, no ve en él más que un hombre amable que no puede sentir ningún interés, como ella no lo siente por él. Al menos al principio.
A causa de su desastrosa situación económica, Hadrian se ve obligado a cumplir un encargo que le desagrada profundamente, pero que no puede rechazar: tiene que fotografiar a Callie en una situación comprometida, que tire por tierra su reputación y sus posibilidades de lograr los apoyos suficientes para que la ley del voto femenino salga adelante. Y el encargo se hará más y más difícil a medida que la vaya conociendo y descubra la mujer maravillosa que hay tras el personaje público.
Si bien los personajes principales están bien definidos y la relación entre ellos fluye con bastante naturalidad, creo que en este caso el hecho de que fuera un audiolibro ha jugado en su contra porque la voz de la narradora no me ha gustado. La versión que he escuchado era en un español latino muy marcado y, lo que es peor, con una dicción, una entonación y una pronunciación que dejaban bastante que desear. Y no me refiero a modismos o al acento, sino a hacer caso omiso de algunas tildes o leer mal algunas palabras. Para mí es el equivalente a encontrar faltas de ortografía en un libro impreso, y es algo que tolero francamente mal.
También algunas reacciones o comportamientos de los personajes no acababan de encajar con su personalidad, o con la imagen que habían dado previamente. Puede que haya sido impresión mía, pero Callie se suelta el pelo de la noche a la mañana y yo no entendía a dónde habían ido ni sus complejos ni su sentido común.
En resumen, ha sido una lectura interesante pero de la que esperaba más. Al menos me dejó con ganas de cerrar la trilogía con el tercero: Indómita.
¿Conocíais esta serie? ¿Habéis leído otras novelas sobre las sufragistas? ¡Os leo!
