Hacía un montón de tiempo que tenía este libro en mi lista de pendientes, y por fin me he animado a ponerme con él. Lorraine Cocó es una autora de la que ya he leído bastantes libros, conozco su estilo y sé que sus novelas siempre tienen un toque positivo que me gusta mucho.
SINOPSIS:
Tara es diferente desde el día de su nacimiento. Su naturaleza la convierte en una entre un millón. Pero eso no la hizo sentir especial. Muy al contrario, la obligó a vivir en una burbuja que la protegía del mundo, y de ella misma. Tras la muerte de su madre, se ve obligada a vivir bajo el techo de su padre; un hombre con el que hace trece años que no tiene contacto y al que solo puede reprochar su abandono. Pero tras las puertas de su impuesto hogar, se abrirá para ella un nuevo mundo lleno de oportunidades e inesperadas experiencias. Entre ellas, las del amor. Shawn es un hombre que ha sabido transformar las desgracias en oportunidades, y hacerse fuerte donde otros habrían fracasado. Se ha forjado a sí mismo y se cree seguro de todo. Hasta que una chica con los ojos violetas más hermosos que haya visto jamás, lo desmonta haciendo que se replantee sus metas y sueños. Cautivo de la dulzura y la aparente fragilidad de Tara, decidirá descubrir junto a ella que no hay muros que el amor no sea capaz de derribar.
* * *
Tara tiene una peculiaridad, y es que no puede sentir dolor. Aunque a primera vista pueda parecer un chollo, lo cierto es que tiene que andarse con mucho ojo para no sufrir un percance grave que le pueda costar la vida, por eso ha vivido casi toda su vida sobreprotegida y casi aislada. Tras la muerte de su madre se traslada con su padre y, a partir de ahí, todo cambia.
Ha sido un placer descubrir el mundo a través de los ojos de Tara, que prácticamente no se ha aventurado sola a ningún sitio en lo que recuerda de vida. Y, de repente, tiene una nueva amiga, una nueva familia, un chico que le gusta, y un montón de posibilidades frente a ella. El miedo tira de ella por un lado, pero la curiosidad y las ganas también tiran con fuerza porque, a pesar de todo, Tara quiere vivir. Me ha gustado mucho ver cómo poco a poco va superando dificultades y sacando un carácter fuerte, demostrando que no es una niña aunque se hayan empeñado en tratarla como tal. Y Shawn me ha ganado desde el minuto cero, porque se ve enseguida que es buena gente.
Es una historia bonita, dulce aunque con momentos difíciles. Perfecta para el verano, o para intercalar con lecturas más densas.
¿La habéis leído? ¿Os llama la atención?
Os leo.
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