No exagero nada si digo que hace años que quería leer este libro, desde la primera vez que lo vi recomendado. Pero, por una cosa o por otra, todavía no me había hecho con él. No lo encontré en la biblioteca, ni en alguna de las ofertas de Kindle Flash o Prime Reading a las que sucumbo constantemente, y lo fui dejando pasar. Hasta que el mes pasado retomé mi suscripción a Audible (que espero mantener hasta final del verano) y lo vi. Y decidí que era el momento.
SINOPSIS:
Cuando Bree se instala cerca del lago de Pelión, Maine, espera contra toda esperanza que ese sea el lugar donde finalmente encuentre la paz que busca desesperadamente. En su primer día allí se encuentra con Archer Hale, un hombre aislado que guarda en su interior su propio dolor secreto.
La Voz de Archer es la historia de una mujer encadenada a la memoria de una terrible noche y de un hombre cuyo amor es la llave de su libertad. Es la historia de un hombre silencioso que vive con una herida lacerante y de la mujer que le ayuda a encontrar su voz. Es una historia sobre el sufrimiento, el destino y el poder transformador del amor.
Ojalá me hubiera animado antes a leer esta historia, porque es uno de esos romances tan bonitos, tan dulces y tan sanadores en sí mismos que te dejan una marca en el corazón para siempre.
Bree es una chica que acaba en una cabaña cerca de un lago en un pueblo perdido de Maine, huyendo de la tragedia que la marcó para siempre. Allí conoce a Archer, un joven que vive aislado y que no se relaciona con nadie en el pueblo. Todos conocen su historia, pero nadie se molesta en conocerlo de verdad, hasta que llega Bree y empieza a comunicarse con él.
Archer no puede hablar, pero oye, y conoce la lengua de signos, que Bree también conoce. A pesar de sus reticencias iniciales, ella se va haciendo un hueco en su vida de ermitaño y se gana su amistad, y poco a poco, a medida que Bree se empieza a sentir cómoda en el pueblo y empieza a valorar la posibilidad de instalarse allí, algo más fuerte va surgiendo entre ellos. Algo que es totalmente nuevo para un hombre que ha vivido prácticamente solo la mayor parte de su vida.
Es imposible no adorar a Archer, no sufrir por él y por Bree, no sentir la terrible injusticia que lo rodea y que le destrozó la vida. La verdad es que hay varias escenas que han sacado lo peor de mí, y me ha faltado poco para increpar a algunos de los personajes por su falta de sensibilidad, su egoísmo y su crueldad. Señal de que lo he vivido intensamente, como podréis deducir.
Es una historia preciosa, y si no la habéis leído, deberíais hacerlo cuanto antes. No digáis que no os avisé. ¿O ya lo conocíais? Os leo.
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