Ha pasado mucho tiempo desde que cayó en mis manos, recién publicado y casi por casualidad, Otra vez tú, de Alice Kellen. Tenía buena pinta y no tardé en leerlo, y me gustó mucho. Desde entonces, el catálogo de esta autora ha crecido como la espuma y ha ido acumulando éxitos que se van añadiendo a mi cola de lectura pero al final no encuentro el momento de leer. Me pasó también con este libro, que me apetecía porque guardaba muy buen recuerdo del anterior y me imaginaba que sería del mismo estilo. Es aún mejor. Si ya era fan de Alex y Emma, Jack y Elisa se han ganado mi corazón.
SINOPSIS:
Tras un desengaño amoroso, Elisa está decidida a retomar las riendas de su vida e ir tachando propósitos de su lista de objetivos: seguir siendo la mejor en su empleo, casarse, formar una familia, mudarse a una bonita casa a las afueras… ¿El problema? Uno pequeño, como que todavía no ha conocido al futuro padre de sus hijos; pero ella no es de las que se rinden tras un fracaso y tiene muy claro qué tipo de hombre desea a su lado. Para empezar, uno que no se parezca en nada al abogado con el que debe competir en su trabajo, ese que está poniendo a prueba toda su paciencia.
Jack Helker es tan atractivo como borde y, cuando se enfrentan en un importante caso de divorcio, saltan chispas entre ellos. A pesar de su sonrisa insolente y de que es el típico hombre que debería venir con un cartel en la frente en el que pusiese «no tocar», Elisa es incapaz de ignorar el deseo que siente cada vez que él está cerca. Y, entre rocambolescas citas, Froot Loops y noches imprevistas, empezará a reconsiderar que a veces «perder el control» también tiene sus ventajas.
* * *
Confieso que al principio me costó un poco cogerle el punto a Jack. Es un depredador de manual, atractivo, seguro de sí mismo, arrogante y alérgico al compromiso. Un hombre de usar y tirar, o del que huir como de la peste. De los que llevan escrito en la frente "No tocar", como dice Elisa, porque engancharse a él equivale a terminar con el corazón hecho trizas. Ella lo sabe, y al principio no hay problema porque él es francamente insoportable, de puro chulo. La cosa se complica cuando la tensión sexual entre ellos se va haciendo insostenible. Se engañan a sí mismos pensando que pueden enrollarse una vez y pasar página, pero cuando se abre la veda, la atracción es tan fuerte que ya no pueden dar vuelta atrás.
A pesar de tener caracteres diametralmente opuestos y de que sus discusiones son épicas, encajan de una forma perfecta. Se sienten cómodos el uno con el otro, se complementan. Se convierten en una especie de "amigos con beneficios" mientras ella espera todavía encontrar a alguien más, al hombre ideal. El desastre está servido.
Entre escenas muy divertidas, momentos tiernos, discusiones épicas, acaloradas y pasionales, un sexo del que incluye fuegos artificiales y una química que traspasa el papel, los dos se van quitando poco a poco las capas tras las que esconden su verdadero yo hasta quedarse desnudos y vulnerables. El batacazo es épico, y los sentimientos intensos, dolorosos, demoledores. He sufrido con ellos y por ellos, porque son perfectos el uno para el otro y no parecen capaces de resolver sus diferencias. Ha sido una de esas novelas que te atrapan en un abrir y cerrar de ojos y devoras a un ritmo casi frenético porque no puedes dejarlas. Necesitas saber más.
En fin, que me ha encantado Elisa, su carácter y su valor para coger el toro por los cuernos y cambiar todo lo que no le llena de su vida. Y Jack, con todos sus defectos y su arrogancia, me ha ganado por goleada y he caído en su encanto con todo el equipo. Me han enamorado. Una historia muy recomendable, divertida, apasionada, intensa y especial. Voy a tener que leer más de Alice Kellen. Ahora sí que sí.
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