La corona (Kiera Cass)

Aunque Eadlyn no se ganó mi cariño desde el principio, como me ocurrió con su padre, América tampoco era una de mis protagonistas favoritas, así que decidí que, ya a estas alturas de la serie, tenía que darle una oportunidad y saber cómo terminaba todo.

SINOPSIS:

En La heredera se inició una nueva era en el mundo de La Selección. Han pasado ya veinte años desde que America Singer y el príncipe Maxon se enamoraron.

Ahora le toca el turno a su hija Eadlyn, quien tendrá que escoger entre treinta y cinco pretendientes, y está más que convencida de que allí no encontrará el amor verdadero. Pero el corazón a veces hace de las suyas y nos sorprende, y Eadly se verá en una encrucijada en la que deberá tomar la decisión más difícil e importante de su vida.

* * *

Retomamos la Selección de Eadlyn con algunos chicos menos y algunos problemas más. 

Confieso que me ha chirriado bastante que la pobre princesa solo tiene dieciocho años y todo el mundo parece dispuesto a echar la carga del trono sobre sus hombros. A ver, que solo es una cría, con formación pero sin experiencia, y el reino está al borde de una crisis que puede acabar con la monarquía. ¿Qué clase de padres sádicos meterían a su hija en semejante marrón, por muy cansados que estén de gobernar? Que, por cierto, ¿cuántos años tienen ahora Maxon y América, cuarenta, si acaso? ¿Tan viejunos y hastiados de la vida están como para hacerse a un lado a esa edad? ¡Venga ya! 

En fin, por lo menos el carácter de la princesa se va abriendo, se le pasa parte de la tontería, espabila un poco, y se empieza a dar cuenta de que hay más de un chico que podría ser un firme candidato a convertirse en su compañero en caso de necesidad. Si bien a priori no está enamorada de ninguno, algunos le gustan bastante. Normal, hay chicos muy monos y muy entrañables. Incluso durante parte del libro dudé con quién se quedaría, pero en fin, la sorpresa se desvela pronto porque se le ve el plumero. Mucho. Y el chico es mono, pero me ha faltado un poco de convicción. He visto camaradería entre ellos, pero no la misma química o el mismo sentimiento que había entre Maxon y América. 

La resolución me ha gustado mucho, la verdad. Se ve la madurez que ha alcanzado el personaje de Eadlyn, y las relaciones tan bonitas que se han ido creando entre ella y los últimos candidatos. Me sigue pareciendo muy precipitada y hasta un poco absurda la forma de quitar de en medio a Maxon y a América. 

En fin, lo más que aportan este tercer y cuarto libro de la serie a La Selección es un punto de vista distinto al darle una vuelta de tuerca poniendo a una princesa heredera donde antes teníamos un príncipe. Poco más. Aun así, me ha gustado. 

¿Lo habéis leído? ¿Os animaríais a hacerlo? ¡Os leo!