Hijas de Lillith - La Orden de Caín #2 (Lena Valenti)

 Puesto que octubre es un mes muy propicio para lecturas de corte paranormal, decidí continuar leyendo la Orden de Caín, de Lena Valenti, con este segundo libro, Hijas de Lillith. La sensación ha sido parecida que con el primero. 

SINOPSIS:

Daven siempre se hizo cargo de la Orden cuando Viggo faltó. Pero ahora que el boss ha vuelto y que él no tendrá ese rol de mando, se ha marcado como misión que las Bonet respeten su manera de vivir y que se entreguen cuanto antes a la causa que ellos defienden. Sin embargo, hay una Bonet que lo desafía constantemente y que no es de su agrado. Alba es descarada, desafiante y Daven está convencido de que va a exponer a los suyos más de la cuenta y de que puede ponerlos en un serio problema. Se centrará en ella y en descubrir lo que es realmente esa mujer, aunque sus prejuicios acaben jugándole una mala pasada y al final se encuentre deseando lo que nunca pensó que volvería a desear.

Alba Bonnet está despertando de su letargo y los recuerdos que empiezan a bombardear su cabeza hablan de un pasado inquietante en el que ella no se reconoce. Teme en lo que se está convirtiendo, pero más teme no poder concluir el proyecto en el que anda metida desde hace tanto tiempo y que tanto esfuerzo le ha supuesto desarrollar. Alba entiende a la Orden, de hecho, ella no quiere incomodarles, pero Daven se lo está poniendo muy difícil. Y cuando el vampiro sexi y frío descubre aquello que ella tan celosamente guardaba y escondía a todos, se van a ver obligados a trabajar en equipo. Y en las distancias cortas, Alba es irresistible.

En un mundo de formas falsas e irrealidad, un hombre con colmillos y una mujer que se está descubriendo a sí misma se verán obligados a convivir y a aprender que hay que mirar la esencia y no la apariencia.

Llegó el momento de mostrarse como verdaderamente son.

* * *

Al igual que me ocurrió con el primer libro de la saga, este me ha dejado sentimientos encontrados. Por una parte, reconozco el estilo ágil, ácido y desenfadado de la autora, que me engancha, y mucho; sus personajes son potentes y magnéticos; y sus tramas trepidantes. Pero por otra parte, es inevitable compararla con la Saga Vanir y con Amos y Mazmorras, que son dos de mis sagas favoritas, y sale perdiendo por mucho.

Para empezar, Alba es el tipo de protagonista chulesca que no siempre me convence, como por ejemplo cuando, a pesar de ser una mujer fuerte y preparada hace cosas realmente estúpidas y acaba necesitando que la rescaten. O cuando trata a baquetazos a Daven por el simple placer de hacerlo. Él tampoco es precisamente un santo y ataca sin venir a cuento, quizás por eso es una pareja a la que me ha costado cogerle afecto. Son los dos bastante insoportables en algunos momentos, la verdad. 

Al menos tengo que reconocer que el enemies to lovers es bastante creíble porque el acercamiento, a pesar de ser rápido, tiene una buena progresión. Y también hay que decir que la trama policiaca que se entrelaza con la romántica es bastante interesante y tiene un buen ritmo, lo cual ayuda.

Me sigue dando la sensación de que hay demasiado folletín, de páginas y páginas contando lo malos que son los malos, todo lo malo que han hecho a lo largo de la historia (y que ya nos han contado varias veces) y lo necesario que es que la gente abra los ojos y reniegue de ellos. También, al igual que el primer libro, este vuelve a pecar de una corrección bastante deficiente, que no solo incluye erratas, sino palabras directamente mal escritas que se repiten en más de una ocasión. Es algo que me molesta mucho y me saca de la lectura, y me da mucha rabia, la verdad.

La sensación que me deja es que es una historia muy buena pero sin pulir. Y eso me ha impedido disfrutarla todo lo que me hubiera gustado.