Hermano de hielo (Rose Gate)

Tenía mucha curiosidad por leer algo de esta autora, y esta serie me había llamado la atención, así que aproveché mi prueba de Nextory para conocer a los hermanos Miller. 

SINOPSIS:

Quien me conoce dice que tengo el corazón de hielo. Me llamo Noah Miller y dirijo uno de los laboratorios más prometedores en medicina genética de Brisbane.

Mi hermano gemelo lleva unos meses desaparecido, y me ha dejado al cargo a sus hijos. Su mujer falleció hará seis años en extrañas circunstancias, y mi madre sería incapaz de encargarse de ellos.

Dylan me prometió que una amiga suya vendría para cuidarlos, y yo podría seguir con mi planificada existencia, pero lo que no esperaba era que esa persona fuese ella: Cristina Blanco, mi amor secreto de la adolescencia.

Fui su primer beso, uno robado que ella nunca quiso entregarme. Dylan provocaba amor en Cris, y yo sarpullidos.

El destino ha querido que ella llame a mi puerta y, ahora que la he dejado entrar, no quiero dejarla ir.

¿Será capaz el brillo de unos ojos grises fundir un corazón helado?

* * *

Es un libro que toca un poco de varios géneros: romance, humor, erotismo y hasta algo de espionaje industrial. Es una historia bonita aunque en algunos momentos se me ha hecho un poco larga. 

Empieza con unos personajes adolescentes conociéndose y descubriendo el amor. Noah y Dylan son gemelos, y están absolutamente fuera del alcance de Cris, que no es más que una chica del montón y demasiado niña para que se fijen en ella. Sobre todo Dylan, el más sociable y divertido. Sin embargo, congenian, aunque sea en un plano más o menos superficial, al contrario de lo que ocurre con Noah, el hermano serio y frío, con quien parecen sucederse los malentendidos y los momentos incómodos. 

Solo que Noah sí se fija en Cris, y es alguien mucho más importante para él de lo que ella cree. Por eso, cuando se reencuentran, años después, tienen muchos asuntos pendientes, aunque ella vaya en realidad buscando a Dylan. 

La verdad es que Cris es un tipo de personaje con el que me cuesta conectar (inmadura, acomplejada, desesperada, impulsiva y bastante dramática), y probablemente por eso me han sobrado muchas de sus divagaciones y comeduras de coco. Además, había cosas que me parecían taaan evidentes que, de verdad, no entendía su postura. Sobre todo porque Noah, con sus errores y todo, es lo bastante adorable como para darle una oportunidad (o dos, o tres), y ella no lo ve. 

Me ha fallado un poco el tipo de humor, que no es de mi estilo y realmente no me ha parecido tan divertido. También me han sobrado escenas eróticas, no sabría decir si por cantidad o por extensión. Están muy bien escritas, eso sí, pero quizás simplemente el libro se me ha hecho largo porque tiene mucho de todo. 

Hay un par de personajes odiosos (muy odiosos) hasta el punto de que me resultaba difícil creérmelos. Uno de ellos es Patricia Miller. Es posible que en el siguiente libro se explique mejor su forma de gestionar el duelo en la infancia de los mellizos que la llevó a convertirse en esa madre fría, manipuladora, insensible y hasta cruel, pero me hubiera gustado tener algún pequeño adelanto que me permitiera entenderla y creérmela un poco más. 

Noah ha sido el personaje que más me ha gustado, junto con los entrañables mellizos Oliver y Chloe, y Liam, el amigo de Noah, que probablemente sea el que más divertido me resultaba. Y las amigas de Cris aunque tienen alguna intervención divertida, tampoco me han llegado a calar. Demasiado parecidas a ella.

Si ya de adolescentes Noah parecía mucho más centrado que su hermano Dylan (un ligón de manual), de adulto resulta una verdadera joya, a pesar de que, como todo el mundo, comete algunos errores (incluso alguno que muchas lectoras considerarían imperdonable, todo hay que decirlo).

La trama de espionaje industrial ha sido una de las partes más atractivas y mejor llevadas del libro, compensando en cierto modo una recta final en la que el romance se pone un poco demasiado pasteloso para mi gusto y con diálogos muy extensos en situaciones poco propicias para tanto palique. Repito que puede ser cuestión de gustos, pero a mí es algo que me saca de la lectura porque no me puedo imaginar a alguien hablando de ese modo y en momentos como esos. 

Al final ha sido una lectura entretenida aunque un poco larga y que no coincide con mis gustos tanto como me hubiera gustado. De todas formas, espero leer el segundo y conocer así mejor a Dylan. 

¿Lo habéis leído? ¿Encaja con vuestros gustos mejor que con los míos? ¡Os leo!