Invisible (Eloy Moreno)

Había visto bastante este libro por Instagram y me llamaba la atención. Todo el mundo decía que era precioso y que debería ser lectura recomendada en todos los centros educativos, para alumnos, padres, y cualquiera, en general. Fue suficiente para que me picara la curiosidad, pero ya tengo un montón de lecturas pendientes y como es juvenil... aproveché para recomendárselo a mi hija a ver si se animaba a leerlo. Justo una compañera se lo había recomendado también, así que se animó. Le duró unos pocos días, y a mí, todavía menos. 

SINOPSIS:

Emotiva, conmovedora, diferente... Invisible narra, a través de los ojos de un niño, una historia que podría ser la de cualquiera de nosotros.

¿Quién no ha deseado alguna vez ser invisible?

¿Quién no ha deseado alguna vez dejar de serlo?

El problema es que nunca he llegado a controlar bien ese poder:

A veces, cuando más ganas tenía de ser invisible, era cuando más gente me veía, y en cambio, cuando deseaba que todos me vieran, era cuando a mi cuerpo le daba por desaparecer.

* * *

Es lo primero que leo del autor, y hay muchas cosas que me han llamado la atención, todas para bien. Por lo que he podido descubrir, sus sinopsis  tienden a ser bastante crípticas porque le gusta sorprender al lector, y creo que es mejor así, ya que la historia perdería parte de su magia a nada que desvelara un poco por dónde van los tiros. Por eso también voy a ser muy ambigua en esta reseña, porque no quiero destriparos la trama. Sinceramente, tenéis que leerla y descubrir de qué va por vosotros mismos. 

El protagonista es un niño, del que no llegamos a saber el nombre. Un niño anónimo, que sueña con superpoderes y, de alguna manera (de una manera más bien triste y dolorosa) llega a tenerlos. El más especial para él, y el que más triste resulta es el de ser invisible. 

Mediante una sucesión de capítulos cortos en los que se van alternando los puntos de vista de otros personajes, de los que en muchas ocasiones tampoco llegamos a conocer el nombre, se va desenredando una trama en la que al principio encontramos una mezcla de fantasía y que poco a poco va derivando en algo muy diferente. 

Creo que es un libro para todas las edades, aunque la verdad es que yo empecé a intuir lo que había detrás casi desde el primer capítulo y sin embargo mi hija preadolescente tardó bastante más en entender lo que estaba pasando. No porque el lenguaje sea difícil, ni mucho menos. Es claro, ágil, cuidado y con un estilo francamente hermoso, no se me ocurre palabra mejor para describirlo. Pero la realidad que refleja, vista a través de los ojos del niño, puede que sea más difícil de captar para otro niño que para un adulto, que tiene otra experiencia de vida y es capaz de leer entre líneas. Supongo que ahí está el quid de la cuestión. 

He perdido la cuenta de los momentos en los que me emocioné, sobre todo en escenas en las que mi experiencia como madre me hacían ver mucho más allá y me ponía un nudo en la garganta. Lloré a moco tendido en el clímax de la novela, también es verdad. Pero me dejó una sensación que pocos libros me han dejado. No creo que me equivoque si digo desde ya que va a estar entre mis mejores lecturas del año. 

Leedlo, en serio. Y recomendádselo a cualquiera que muestre interés en él. Hacía falta que alguien escribiera un libro como este, y ahora hace falta que se lea, que se sepa que hay niños que tienen la capacidad de volverse invisibles. 

Y que eso, que a ellos puede parecerles maravilloso, en realidad es terrible.