Hacía tiempo que tenía ganas de ponerme con este libro, porque Marisa Sicilia siempre me sorprende y me encanta su forma de escribir. Me ha hecho sufrir un poco, porque la verdad es que tiene escenas bastante intensas y personajes que se juegan mucho, pero mucho, mucho, aunque sin duda, ha merecido la pena.
SINOPSIS:
Mathieu Girard es agente de los Grupos de Intervención de la Gendarmería Nacional, una unidad de élite francesa. Le gusta su trabajo y siente cierta atracción por el riesgo, que se empeña en negar y le causa problemas a la hora de mantener relaciones estables.
Es responsable y reflexivo y su situación afectiva no es su prioridad. En París y en estado de máxima alerta ante la amenaza de ataques terroristas, Mathieu deberá vigilar de cerca a Dmitry Zaitsev, un empresario ruso involucrado en negocios turbios que asegura que puede evitar que una letal partida de armas llegue a manos de los extremistas. Y también conocerá a Nadina.
Todas las señales le advierten de que no debe acercarse a ella, pero, cuando amas el peligro, eso no debería importar.
* * *
Mathieu es el típico chico bueno (bueno, quizás no tan típico ni tan bueno, es verdad) al que a pesar de sus defectos es imposible no encontrar atractivo y cogerle cariño. Nadina es la chica conflictiva y un poco desvalida que automáticamente capta su atención aunque sabe que es jugar con fuego. Es un personaje a ratos caótico, inestable y aun así, dulce y magnético. Se sienten atraídos de inmediato y la química entre ellos es brutal. En medio de todo está Dmitry, al que, sinceramente, me cuesta bastante describir sin usar palabrotas. Es un superviviente, un soldado, con escaso sentido de la ética, un humor extraño y una afición peligrosa a hacer lo que le da la gana y cuando le da la gana. La policía lo ha puesto en la tesitura de colaborar con ellos para frenar una ola de ataques terroristas o perder todo por lo que ha luchado e ir a la cárcel, algo que no está dispuesto a hacer.
La relación de Dmitry y Nadina es autodestructiva, dependiente y tóxica, y Mathieu sabe que se juega la vida metiéndose en medio, por lo que es inevitable pasarse medio libro con los nervios en tensión y mordiéndose las uñas. La amenaza de la traición se añade al cóctel porque intuyes que alrededor de Mathieu hay gente que estaría encantada de vender su cabeza y quitárselo de en medio. Y la dura y triste realidad de unos ataques que pusieron en jaque a la policía francesa y conmocionaron a medio mundo crea una atmósfera opresiva en torno a todos ellos.
Es una historia compleja, dura, intensa y con emociones no ya a flor de piel, sino abiertas como heridas sangrantes. De las que dejan resaca literaria.
Sinceramente, no me he metido de lleno con
Lo que arriesgué por ti nada más terminarla porque lo he pensado unos minutos y he decidido que primero necesitaba recuperarme con otro tipo de historias, pero no tardaré en cogerla porque ver la posibilidad de redención de un personaje como Dmitry no es algo que se pueda dejar pasar.
Absolutamente recomendable.
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