Hace ya tiempo que leí la primera parte, y estuve tentada de echarle un vistazo antes de empezar con la segunda, pero al final no lo hice. Empecé sin más. Por suerte tengo buena memoria y enseguida recordé lo básico de la historia y, poco a poco, el resto de los detalles. Al fin y al cabo, no es una historia muy común.
SINOPSIS:
Tras la batalla en Aion Lux despierta convertida en algo que ni en sus peores sueños hubiera querido. Cuando ve a Aarón siente que su mundo se tambalea por lo que le ha escondido, por las mentiras que le ha contado y le asaltan dudas que solo una persona puede responderle. Tras perseguir a Alexander y descubrir que Judith está detrás de Aarón, regresa para ayudarle pero, para su sorpresa, se encontrará con que este ha rehecho su vida. Con el alma partida y con un nuevo frente abierto se refugiará en los brazos de la última persona que se hubiera imaginado, Alexander.
¿Podrá Lux perdonar a Aarón que no la haya esperado? ¿Podrá Aarón perdonar que Lux saliera corriendo tras su hermano? ¿Será más fuerte el amor o vencerán los celos?
* * *
En su día me gustó mucho el nuevo planteamiento de la autora respecto a los vampiros que, ni mueren bajo la luz del sol, ni brillan. La mezcla con brujos buenos y malos lo hace aún más interesante.
El libro arranca justo donde acaba la primera parte, con Lux despertando a una nueva vida llena de incertidumbre en la que la urgencia más inmediata es obtener algunas respuestas. He tenido aquí algún conflicto con el comportamiento de ciertos personajes, especialmente Luc y Aarón. De alguna manera, que Luc traicione la confianza de su hermana tampoco es que sea tan raro porque a fin de cuentas no tienen un vínculo tan estrecho como para que la lealtad tenga que estar por encima de su propio (aunque un tanto egoísta) criterio. Lo de Aarón me costó más. Y más aún la forma en que ella olvida, perdona y ama para siempre. No entiendo la confianza y entrega absoluta cuando no es bilateral, así que este conflicto me ha dificultado un poco entenderle y enamorarme de él (que al menos para mí es lo ideal cuando hablamos de un protagonista masculino de novela romántica).
La relación es muy intensa y pasional y, a pesar de esos altibajos, el nexo se va haciendo fuerte a medida que avanza la trama. Le he acabado cogiendo cariño también a Alexander, y aquí tengo que reconocer el mérito de la autora, porque no es fácil conseguir que el malo de la primera parte acabe cayendo bien en la segunda.
Es una historia ágil y atractiva, muy recomendable para lectores de fantasía romántica y paranormal a quienes les guste que les sorprendan con nuevas ideas. Admitiría una corrección adicional, pero por lo demás, me ha gustado bastante.
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