Silencio - Hush, hush #3 (Becca Fitzpatrick)

 Tras el tremendo cliffhanger con el que terminaba el segundo libro no tardé nada en volver a la biblioteca rezando para que el tercero estuviera disponible, y tuve suerte. Cuál fue mi sorpresa al descubrir que comienza con algo que normalmente me engancha sin remedio: una protagonista amnésica.

SINOPSIS:

La confusión se ha disipado y ya no hay nada que perturbe la relación entre Patch y Nora. Han superado los secretos que se escondían en el oscuro pasado de Patch..., han atravesado mundos irreconciliables..., se han enfrentado a pruebas sobrecogedoras de traición, lealtad y confianza..., y todo ello por un amor que trasciende los límites entre el cielo y la tierra. Armados con la fe absoluta que tienen el uno en el otro, Patch y Nora se enfrentan ahora a un villano que pretende acabar con cuanto han luchado por conseguir de una vez y para siempre, incluido su amor.

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Creo que ni siquiera leí la sinopsis antes de empezarlo, y me alegro, porque es una tomadura de pelo. A ver, Nora pierde la memoria, con lo que su relación con Patch no solo está perturbada, sino que ha desaparecido de su mente. No lo recuerda, ni lo conoce cuando lo tiene delante. En su fuero interno, de alguna manera comprende que se está perdiendo algo, porque tiene una sensación extraña en su presencia. Bueno, muchas. Para empezar se pone taquicárdica perdida, que no es de extrañar, porque el chico tiene su aquel. Pero lo fundamental es ese déjà vu que acaba por convencerla de que lo conoce, y muy bien.

Por otra parte, Hank Miller se ha metido en su vida y en la de su madre y no hay forma de echarlo. Es un personaje todavía más repelente que su hija Marcie (y mira que es difícil), y un poco forzado de puro malo malísimo que es, pero cumple su función. Marcie es un poquitín menos odiosa a medida que vamos conociéndola, aunque tampoco dan ganas exactamente de hacerse amiga suya, para qué negarlo.

Y Vee... ¿qué queréis que os diga? Me sigue pareciendo lo peor. Es capaz de mentirle a Nora en su cara, y sigue dejándola tirada cuando más la necesita. Definitivamente, no entrará en mi ránking de mejores amigas y no ayuda demasiado a la credibilidad de la historia, que en algunos aspectos se sostiene un poco por los pelos, sobre todo en la cantidad de personajes llevados al extremo. 

Lo que más me ha gustado es la madurez de Nora, y su fuerza de voluntad a la hora de enfrentarse a la difícil situación que le toca vivir, al haber olvidado un periodo de su vida y a todas las personas que formaron parte de él. Pero la chica insegura se fía de su instinto y de sus sentimientos y se aferra a ellos para romper esas cadenas de su mente y recuperar los recuerdos que le han robado. Me ha sorprendido gratamente su evolución y estoy deseando ver cómo se resuelve todo en el cuarto libro. En breve me lanzo a por él.