Momo (Michael Ende)

Recuerdo que intenté leer este libro justo después de haberme bebido en cuatro tardes La historia interminable, que me fascinó y se convirtió en mi novela favorita cuando tenía trece o catorce años. Creo que con Momo, sin embargo, no pasé del primer capítulo. Quizás el listón estaba demasiado alto y las expectativas me jugaron una mala pasada. El caso es que lo dejé en la estantería y allí se quedó hasta que, hace unos meses, alguien me dijo que debería leerlo. En los últimos años he releído algunos grandes clásicos que en su día leí por obligación (y que sufrí más que disfruté) y mi percepción al leerlos ahora ha sido diferente, así que supongo que eso me decidió a darle otra oportunidad. Fui a casa de mis padres, lo recuperé de la estantería, y me lo traje a mi casa. Y en dos tardes de piscina me lo he ventilado. Ha sido una muy buena idea incluirlo en la lista de libros que quería leer este verano.

SINOPSIS:

Momo es una pequeña niña que vive en las ruinas de un anfiteatro de una gran ciudad italiana. Es feliz, buena, cariñosa, con muchos amigos, y tiene una gran virtud: la de saber escuchar. Por eso, es una persona a la que mucha gente acude para desahogarse y contar las penas, ya que ella es capaz de encontrar una solución para todos los problemas. Sin embargo, una amenaza se abalanza sobre la tranquilidad de la ciudad y pretende destruir la paz de sus habitantes. Llegan los Hombres Grises, unos extraños seres que viven parasitando del tiempo de los hombres, y convencen a la ciudad para que les entregue su tiempo.

Publicada en 1973 y subtitulada Los caballeros de gris o Los hombres de gris, trata sobre el concepto del tiempo y cómo es usado por los humanos de sociedades modernas. También trata de la estafa, porque los hombres de gris quieren estafar a los humanos porque ellos viven de su tiempo. Así que los hombres de gris estafan a los humanos con cifras de tiempo.

* * *

Para ser un libro destinado a un público infantil, Momo tiene un aire un tanto oscuro, y es más profundo de lo que parece a simple vista. La gran lección de esta historia es que a las cosas importantes hay que dedicarles tiempo, que el tiempo no se puede ahorrar, solo invertir de la forma adecuada. Tal vez por eso el autor se toma su tiempo para meternos en la historia, mostrándonos poco a poco, sin prisa pero sin pausa, a los personajes principales, la pequeña Momo, una niña huérfana que vive en las ruinas de un anfiteatro, y sus amigos y vecinos, en especial Beppo, el barrendero, un hombre reflexivo y serio, y Gigi Cicerone, un cuentacuentos charlatán y despreocupado

Momo sabe escuchar mejor que nadie, lo que hace que todos sus amigos y vecinos pasen tiempo con ella, ya que, sin hacer nada excepcional (aparte de escuchar de verdad) consigue que hablen y se sinceren, entre ellos y consigo mismos, ayudándolos así a resolver sus problemas. También, de alguna manera, activa la imaginación de niños y mayores, ya que a todos se les ocurren ideas y juegos cuando están con ella. Hasta que un día, aparecen los hombres grises, los ladrones de tiempo.

Los ladrones de tiempo pasan desapercibidos para la mayoría y se les olvida casi de inmediato, pero dejan huella, ya que van convenciendo a los hombres de que necesitan ahorrar tiempo. Así, la gente se apresura cada vez más, dejan de hacer las cosas con mimo y acaban agobiados, hastiados y vacíos. Solo los niños se resisten a ese cambio que parece inevitable, en especial Momo que, por su forma de ser, es la enemiga natural de los hombres grises. Para salvar a sus amigos y devolver a la humanidad el tiempo robado tendrá que embarcarse en una aventura muy grande para una niña tan pequeña. 

Tardé exactamente un capítulo y medio en quedarme enganchada a la historia, a la inocencia de Momo, a esa forma especial de valorar el tiempo que tienen los niños. Sin prisas, me dejé llevar por los sueños de Gigi y la realidad sin pretensiones pero aun así feliz, de Beppo. Entendí que no se puede ahorrar el tiempo, que lo único que podemos hacer es invertirlo en lo que realmente merece la pena. Y hay cosas que requieren tiempo para ser disfrutadas, pero sin ellas la vida pierde todo el sentido, y el tiempo todo su valor.

Una vez más, me alegro de haberle dado una oportunidad a un libro que en su día no me atrapó. Es una historia preciosa, llena de imaginación, pero también de verdad. Y merece la pena cada segundo invertido en leerla. No hay nada mejor que os pueda decir de ella. 

¿La habéis leído? ¿Compartís mi opinión? ¡Contadme!