The Last Word (Caroline March)

La lectura que os traigo hoy es cortita, pero intensa: THE LAST WORD, de Caroline March.

SINOPSIS:

Sabrina es una mujer que no cree en el amor y mucho menos en las historias románticas. Su perspectiva cambia cuando unas amigas entrometidas, un exmarido impertinente, un cóctel que tiene mucho que aportar y un hombre que representa todo lo que ella odia se juntan para desbaratar su vida por completo. Solo le queda la oportunidad de poder decir la última palabra...

* * * 

Creo que lo compré el primer día que salió a la venta, porque lo que he leído hasta ahora de su autora me ha gustado mucho, y es más, Caroline es una de esas autoras con cuyo estilo he conectado y dudo que algo que ella escriba me pueda decepcionar. En esta ocasión, al menos, tampoco me he equivocado.

The Last Word es un relato corto que se lee en un suspiro pero no solo por su extensión. Comienza con un cumpleaños rodeado de desencanto, por no decir amargura, pero los desencuentros pronto dan paso a posibilidades que aterran a la protagonista y enganchan al lector irremediablemente. He comprendido a Sabrina (aunque le habría dado alguna colleja, lo confieso). Me han encantado sus amigas, tan dispares, tan especiales y tan imperfectas. Me he enamorado de Héctor, de su autoconfianza, de su cabezonería incluso, y de todo lo demás. 

Me ha encantado que sea una historia llena de posibilidades abiertas, porque no creo en los finales tipo "chim-pum, fueron felices y comieron perdices". A ver, no me entendáis mal, por supuesto que me gustan los finales felices, y de hecho son los únicos que suelo aceptar en novela romántica, pero en ciertas historias (especialmente si son cortas o transcurren en un periodo breve de tiempo) no se puede firmar amor eterno porque no se lo cree nadie. Al menos yo no me lo creo. De ahí que me gusten otras opciones igualmente felices pero más intangibles. Abiertas es la palabra que a mí me gusta usar, espero que me entendáis. Este final, en el que la última palabra en realidad para mí no está dicha, es simplemente perfecto. 

Y si no lo habéis entendido, supongo que es porque tenéis que leerlo, porque tampoco puedo ser más clara o me cargo la historia. Espero que os animéis y la disfrutéis tanto como yo.