Este libro tiene ya unos añitos, y no había oído ni hablar de él, pero sí que había leído anteriormente tres novelas de la autora y me habían dejado con ganas de más, así que cuando lo vi este verano entre las opciones de mi suscripción a Audible no dudé en ponerlo en mi lista.
Casualmente, al poco de empezarlo, descubrí que los personajes guardan cierta relación con los de otra de las novelas que había leído, Las reglas del juego. No es imprescindible haberla leído antes, pero siempre tiene su gracia reencontrarse con personajes a los que ya conoces, y que en esta ocasión son secundarios.
SINOPSIS:
Harrison MacMurray, agente de un peculiar departamento de Inteligencia, debe investigar los asesinatos de dos matemáticos y dos militares retirados y la primera pista fiable que encuentra vincula esas muertes con un prestigioso y joven congresista, el niño mimado del Capitolio, Benedict Holmes.
Victoria se casó con Benedict porque compartían el mismo sueño: cambiar las leyes para que sirvieran de verdad a quien las necesitaba y no solo a quien podía pagarlas, pero Ben ahora es distinto y ella ya no se siente feliz con su vida. Hasta que una mañana conoce a Harry, el analista informático que han contratado para la campaña de reelección de su marido.
Harry tiene que averiguar cuanto antes si Benedict Holmes es un traidor, no pensar en Victoria, en lo increíbles que son sus ojos, en lo excitantes que resultan todos y cada uno de los segundos que pasa con ella. Debe ir con cuidado, un mero error podría ser mortal para los dos. Y tiene que encontrar el modo de contarle la verdad a Victoria antes de que sea demasiado tarde. O tal vez ya lo sea…
Porque el amor es lo más peligroso que puede sucederles.
* * *
A ver, en la sinopsis no lo pone pero no es que esté haciendo un gran spoiler porque la novela comienza con su funeral. De ahí va dando saltos en el tiempo alternando el pasado y el presente y enseñándonos cómo Harry entró en la vida de Victoria y la simpatía inicial que surgió entre ellos empezó poco a poco a coger fuerza, impulsada por el desinterés de un marido ausente y mucho más preocupado por su carrera política que por su mujer y los ideales que ambos compartían y que un día lo llevaron a entrar en ese mundo.
No voy a decir que me haya sorprendido especialmente, porque siendo una novela romántica es bastante fácil intuir en qué va a terminar la cosa y por dónde van los tiros, pero sí que destacaré que está todo muy bien hilado y la historia se sigue sin problemas a pesar de los saltos temporales. Harry es un personaje que cae bien desde el primer momento, protector, honesto, con un atractivo que va mucho más allá del físico. Es inevitable cogerle cariño, lo mismo que es inevitable preguntarse, como Victoria, qué ha pasado con Ben para que se haya convertido en un extraño al que apenas tolera.
Es una novela corta, ágil, y que se lee en un suspiro, con una dosis de intriga muy apetecible, y muy bien escrita. Si os gusta el género, o si os apetece alternar lecturas densas con algo diferente, os la recomiendo sin dudar.
¿La habéis leído? ¿Qué otras novelas de la autora recomendaríais?
¡Hola!
ResponderEliminarHas despertado mi curiosidad con este libro se agregará a mi larga lista de aquellos que me gustaría leer. Gracias por la reseña.
Un saludo