Una corte de rosas y espinas (Sarah J. Maas) - ACOTAR #1

Hace ya mucho tiempo que vengo viendo este libro por Instagram y por blogs diversos, y era inevitable que me llamara la atención porque me encanta la fantasía juvenil, y la magia, especialmente si tiene un poco de romance. Cuando vi que era un retelling de La Bella y la Bestia, no pude resistirme más. Lo pedí de regalo de Navidad, y ha sido una de mis primeras lecturas del año (y mi primer contacto con la pluma de la autora). 

SINOPSIS:

Feyre, una cazadora de diecinueve años, mata a un lobo en el bosque. Como consecuencia, una criatura monstruosa llega buscando venganza y la arrastra a una tierra encantada que solo conoce a través de las leyendas. Allí descubre que su captor no es un animal, sino Tamlin, uno de los letales fae.

En su cautiverio, se dará cuenta de que lo que siente por él pasa de la fría hostilidad a una pasión que arderá a pesar de las advertencias que ha recibido. Pero una antigua y siniestra sombra crece en esta extraña tierra, y Feyre deberá encontrar la forma de detenerla o Tamlin y su mundo estarán condenados para siempre.

* * *

Aunque la autora se toma su tiempo para entrar en materia, ese arranque, que podría parecer lento, es necesario para ponernos en situación, ya que Feyre vive en un mundo en el que tiempo atrás hubo una guerra entre humanos e inmortales (los fae), que terminó con una división del territorio en varios reinos fae, al norte, y una pequeña zona en la que viven los humanos, al sur. Un tratado (y un muro mágico) establece que los fae no pueden pasar al territorio humano, pero los humanos viven con el miedo de que lo hagan, y parece que el muro ha empezado a ceder por algunos puntos. Las leyendas y viejas historias hablan de seres terribles, oscuros y de magia poderosa, contra los que poco pueden hacer ellos sin magia. 

Feyre, la protagonista, es una chica huérfana de madre que caza en el bosque para procurar el sustento de su familia, formada por dos hermanas y un padre inválido y apático. En la parte más dura del invierno y sin nada de caza al alcance de su arco, Feyre encuentra un día una cierva en el bosque, pero también un lobo. Un lobo enorme que bien podría ser un inmortal. Ella les tiene un odio visceral y, además, si el lobo se queda la presa su familia morirá de hambre, de modo que lo mata. A sabiendas de que, si es un inmortal, podría meterse en problemas. 

Por supuesto, eso es exactamente lo que ocurre. Una bestia terrible se presenta en su chabola, destrozando todo a su paso y exigiendo su vida a cambio de la de su amigo. En el último minuto, decide no matarla, pero a cambio deberá ir a vivir con él al reino fae.

Y aquí conocemos a Tamlin.

La verdad es que me ha recordado mucho a La Bella y la Bestia porque al principio es bastante hosco, y poco a poco se va suavizando. Se ve que ha sufrido mucho y carga un gran peso sobre sus espaldas, en forma de una maldición que obliga a todos los integrantes de su corte a llevar una máscara que no se pueden quitar, de modo que Feyre no puede verle la cara, pero va descubriendo al hombre tras la máscara y entre ambos acaba surgiendo una relación muy especial. 

Aquí debo hacer una mención especial a Lucien, el amigo de Tamlin, que da mucho juego durante toda la historia. Es un personaje desconfiado, resentido, que también ha sufrido mucho y ha perdido mucho, y por tanto es reacio a establecer lazos de ninguna clase con nadie, menos aún con una débil humana. Me ha parecido un personaje muy profundo y con una gran evolución, y me declaro fan suya por completo. 

A pesar de los intentos de Feyre por averiguar qué hay de la maldición, Tamlin no suelta prenda, lo cual la lleva a cometer bastantes estupideces. Al fin y al cabo es una protagonista joven, fuerte, un poco temeraria, rebelde y bastante cabezota. Tiene todos los boletos para meterse en líos. Por eso me ha parecido coherente de principio a fin, y me ha gustado a pesar de que hace casi todo lo que le recomiendan que no haga (debe de ser de esas personas que piensan que las normas están para saltárselas). 

Hay otro par de personajes importantes en el lado más oscuro. Uno de ellos es Rhysand. Es el típico personaje con un aura oscura pero muy atrayente, que te da una de cal y otra de arena y no estás segura de si es bueno, o malo, o mira por su propio interés, o puede que no esté del todo perdido. Personalmente me encanta ese tipo de personaje, porque tiene muchos matices y resulta muy interesante. Es imposible no querer saber más de él cada vez que asoma la patita. Y además tiene un sentido del humor muy fino, un poquito cruel, incluso. Supongo que, en el fondo, podría considerarse un "malote" un poco peculiar (por la magia, más que nada). Y los malotes molan, al menos en los libros.

El otro personaje oscuro, del que no voy a decir mucho por no estropear la sorpresa, no me ha convencido tanto. Tiene un carácter demasiado violento, vengativo, egoísta y cruel. De esa crueldad sin sentido que convierte a un malo en malísimo al que solo le falta la risa pérfida. Y el peligro de esto es que acabe pareciendo una caricatura. Y casi me ha pasado eso. Puede que se libre porque es un personaje tan sanguinario que es difícil asociarlo con algo caricaturesco pero, al fin y al cabo, todos, incluso los personajes más malvados, tenemos alguna debilidad, algo o alguien que amamos. Y quien no lo tiene no parece real ¿no creéis?

Lo cierto es que el worldbuilding me ha parecido fantástico. Me he visto transportada al bosque de Feyre, a la Corte Primavera, incluso a las mazmorras en los momentos más oscuros. Hay todo un mundo de criaturas fascinantes y aterradoras en el reino que la autora ha creado y del que estoy deseando saber más.

Sin embargo también hay dos o tres cosillas que no me han acabado de convencer. Una, el personaje malo malísimo del que os hablaba. Dos, las leyes de la magia, que en más de una ocasión parecen plegarse convenientemente a las necesidades del guion. Y tres, la adivinanza que le proponen a la protagonista en la recta final del libro. Confieso que me acomodé en el sofá cuando me quedaban algo más de cien páginas y me las leí prácticamente de una sentada, pero hay una adivinanza que evitaría a la protagonista unas ochenta páginas de duras pruebas y mucho sufrimiento y que yo ya había resuelto antes incluso de terminar de leerla, como en el segundo párrafo. Me pareció tan obvia que se la leí a mi hija (de doce años, que no tenía ni idea de qué iba el libro), y tardó tres segundos en averiguar la respuesta correcta. A ver, la protagonista no es muy culta, pero tampoco es idiota, tiene ingenio más que suficiente y resulta sencillamente increíble que no dé con la respuesta antes, teniendo en cuenta el tiempo que tiene para averiguarla. 

En fin, obviando estos detalles, que bien pueden ser manías personales, el libro me ha gustado un montón, ya tengo listo el segundo, que leeré próximamente, y he añadido a mi lista de deseos los demás de la serie. 

Una más a la lista de mis series a medias. Pero merece la pena, sin duda. Si no la conocéis, os animo a leerla. 

¿La habéis leído? Si es así, ¿qué os pareció? Y si es que no, ¿os llama la atención? ¡Os leo!

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