El misterioso caso de Styles (Agatha Christie)

 Hace tiempo que tenía ganas de estrenarme con la gran Agatha Christie, aunque no soy muy dada a leer novela policiaca. No recuerdo bien cuándo, al comprar una revista, venía de regalo esta novela. Llegué a casa, la dejé en la estantería y ahí se quedó hasta que, tal vez un par de meses después, decidí echarle un vistazo. 

Y me encontré con que, por un error de imprenta, o de lo que fuera, le faltaban las dos primeras páginas. Menos mal que soy una mujer de recursos y se me ocurrió buscarla en Amazon y descargarme la muestra gratuita para poder leer esas primeras páginas y luego seguir leyendo mi novela en papel. 

SINOPSIS:

Essex, Inglaterra. En la mansión Styles, la millonaria Emily Inglethorp es encontrada muerta en su cama, aparentemente víctima de un ataque cardíaco. Las puertas del cuarto estaban cerradas por dentro y todo indica una muerte natural. Pero el médico de la familia levanta una sospecha: asesinato por envenenamiento. Todos los huéspedes de la vieja mansión tenían motivos para matar a la viuda Inglethorp y ninguno de ellos posee una coartada satisfactoria.

Cuando el detective Hércules Poirot llega para encargarse de la investigación, se encuentra frente a frente con la avaricia, los celos, las tensiones y la ambición de una familia que aspira a heredar una fortuna en dinero y propiedades.

Un marido infiel, su jovencísima amante, unos hijastros envidiosos, un extraño toxicólogo alemán… Todos parecen sospechosos de haber acabado con la vida de Emily, aunque sólo uno de ellos puede ser el asesino. Poirot deberá emplearse a fondo y usar todas sus armas para llegar al fondo de su primer caso literario.

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Me ha gustado mucho ese aire arcaico y un poco inocente que no tienen las novelas policiacas actuales, por lo general mucho más sangrientas (algunas demasiado, para mi gusto). 

Hastings, herido en la guerra, regresa a Inglaterra para recuperarse. Cuando se encuentra con su viejo amigo, John Cavendish, este le invita a alojarse en Styles, la mansión de su madrastra, Emily, una rica viuda que se ha vuelto a casar con un hombre más joven que ella, su secretario, Alfred Inglethorp, al que toda la familia tiene por un aprovechado. 

Al cabo de unos días, Emily Inglethorp fallece durante la noche en medio de violentas convulsiones. Cuando se determina que la causa de la muerte fue envenenamiento, todos los que se encontraban en la casa en ese momento son sospechosos: el viudo, su hijastro John, la esposa de este, Mary, el otro hijastro, Lawrence, la señora Howard, amiga y asistente de Emily, y prima de su esposo, y Cynthia Murdoch, una enfermera, hija de una amiga de Emily, que vivía con ella desde que se quedó huérfana.

Aunque en un primer momento todos se apresuran a culpar al viudo, en realidad todos tenían un motivo para matar a Emily Inglethorp, y además, algunos de ellos tenían conocimientos sobre venenos, como Cynthia, por su trabajo como enfermera, o el misterioso doctor Bauerstein, que visita con frecuencia la casa con motivo de la amistad que mantiene con Mary Cavendish, cuyo matrimonio con John pende de un hilo. 

Hastings, aprovechando la presencia en el pueblo de su amigo, el famoso detective Hércules Poirot, le pide ayuda para resolver el caso. 

Uno de los motivos por los que no soy lectora habitual de novela policiaca es porque mi capacidad de deducción en este tipo de tramas es cero patatero. Nunca tengo ni idea de quién es el asesino hasta el final, y eso suele traducirse en que me siento más perdida que un pulpo en un garaje casi todo el tiempo. No negaré que en este caso también he estado despistadísima, pero me he divertido mucho con las idas y venidas de Poirot, su carácter risueño, sus manías y sus reflexiones a medias, por las que es imposible deducir nada porque siempre se guarda la mitad para sí. Es todo un personaje, y se le coge mucho cariño. Hastings, sin embargo, me ha parecido un pardillo que no se enteraba mucho más que yo (pero al menos yo no voy de detective, jajaja). 

El resto de personajes están bien perfilados, algunos con apenas unas pinceladas. El estilo es sencillo, pulido y ligero, y es una lectura muy amena. Como además no es muy extenso, creo que ha sido el libro perfecto para iniciarme con la autora. Me ha dejado muy buen sabor de boca y sin duda repetiré. 

¿Has leído algo de la autora? Recomiéndame un libro suyo si es así.