miércoles, 30 de octubre de 2019

NaNoWriMo 2019


Noviembre está a la vuelta de la esquina, y eso significa que el NaNoWriMo ya está aquí. A estas alturas dudo que haya mucha gente que se mueva en el mundillo de la escritura y autopublicación y que no sepa lo que es el NaNoWriMo, pero por si acaso, os cuento:

El National Novel Writing Month es un proyecto de escritura creativa originario de Estados Unidos y en el cual cada participante trata de escribir una novela de al menos 50.000 palabras durante el mes de noviembre. Así, resumiendo.

Hay gente que se echa las manos a la cabeza pensando cómo saldrá un libro escrito en tan corto plazo (por no decir qué tipo de bazofia puede vomitarse en tan poco tiempo). Pero es que no se trata de eso. Se supone que para cuando te sientas a escribir, el 1 de noviembre, deberías tener hecha la planificación, estructura, fichas de personajes, worldbuilding si lo necesitas, y toda la documentación posible. El objetivo es centrarse únicamente en escribir y conseguir UN PRIMER BORRADOR, que no un libro definitivo, en ese mes. Luego, naturalmente, queda el trabajo de corregir, revisar, reescribir, pulir, añadir, quitar, y todo lo que sea necesario para convertir ese borrador en algo que se pueda publicar. Que oye, a lo mejor hay gente que así, a palo seco, es capaz de escribir una maravilla en un mes sin apenas preparación y con idéntico trabajo de edición, pero seguro que son los menos. 



Esta será mi tercera participación en el NaNoWriMo, y de las dos anteriores, no terminé ninguna. No parece muy halagüeño, ¿verdad? El caso es que una de las novelas no me acabó de convencer y ahí la tengo, por si algún día le doy una vuelta y saco algo. Y la otra no la he descartado aún pero hay una parte que no encajaba como yo quería, así que la tengo que cambiar. Por lo menos en esa sí sé lo que quiero cambiar y espero terminarla algún día no muy lejano.

No sé si esta vez mis resultados serán mejores o me quedaré igual, porque lo cierto es que tengo incluso menos tiempo disponible que en las ocasiones anteriores. Y 1.667 palabras diarias pueden parecer una cifra fácil de alcanzar, pero se tarda un ratito en sacarlas, lo sé por experiencia. Me muero de envidia cuando veo compañeras que en una semana de NaNoWriMo van como balas y tienen ya escrita la mitad de la novela, pero ni todos tenemos el mismo tiempo ni las mismas circunstancias. Espero que este año, mis ganas y la planificación previa que tengo hecha me sirvan para cumplir el reto. 


Por lo menos espero conseguir establecer buenos hábitos de escritura como son escribir a diario y planificar las sesiones. Y sobre todo, disfrutar. Porque la parte creativa del proceso de escritura es lo que nos da la vida, lo más gratificante y más divertido. ¡Y porque quiero hacerlo! Así que voy preparando café, la libreta y el portátil, que en dos días arranca el reto. 

Nos vamos leyendo. 


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