Hace tiempo que tenía esta novela pendiente, pero es que es tan voluminosa que tenía que esperar hasta vacaciones para ponerme con ella. Suelo ir leyendo de camino al trabajo, en el transporte público, y pesa demasiado como para llevarla en el bolso durante más de un mes que habría tardado en leerla con el tiempo de que dispongo fuera de las vacaciones. Pero al final llegó su momento, y la espera mereció la pena.
SINOPSIS:
Después de haberle dado la espalda al trono durante siglos, Wrath, hijo de Wrath, finalmente asumió el cargo de su padre con la ayuda de su amada compañera. Pero la corona pronto le empieza a pesar. Mientras la guerra con la Sociedad Restrictiva prosigue con furia y la amenaza de la Pandilla de Bastardos se hace cada vez más real, Wrath se ve obligado a tomar decisiones que pondrán todo -y a todos- en peligro.
Beth Randall creía que sabía a lo que se exponía cuando se unió al último vampiro de sangre pura del planeta. No iba a ser un camino fácil. Pero cuando decide que quiere un hijo no está preparada para la respuesta de Wrath, ni para la distancia que se abre entre ellos.
La pregunta ahora es: ¿triunfará el amor o se impondrá el deber de la herencia?
* * *
Me ha gustado mucho esta nueva novela de la Hermandad de la Daga Negra, aunque ha pasado un tiempo desde la última que leí. Los personajes siguen con sus vidas, y unos tienen más protagonismo en la historia que otros. A pesar de centrarse especialmente en Wrath y Beth y sus problemas de pareja, provocados por la pesada carga que el trono y todo lo que conlleva ha puesto sobre los hombros del rey, hay varias subtramas que como de costumbre van a acercando a otros personajes a su propio libro y completan un mundo que tiene vida propia.
Las exigencias de la Glymera, entre la que cada vez hay más traidores, los problemas provocados por la Pandilla de Bastardos, y las horas eternas consagradas a un trabajo que odia, acaban por pasar factura a Wrath, que cada vez pasa menos tiempo con Beth. Aunque ella lo entiende y trata de no ser una preocupación más, también siente un vacío que poco a poco se va convirtiendo en una prioridad en su vida: quiere ser madre. La negativa tajante y definitiva de Wrath supone un golpe demasiado duro como para poder soportarlo cuando todo lo que la rodea está ya en un equilibrio tan precario.
La monarquía se tambalea, su matrimonio se tambalea, y la Hermandad no sabe cómo afrontar lo que se le viene encima. Sin contar con que en ella hay otros que tienen también sus propios problemas. Incluso entre sus aliados y enemigos las prioridades, los objetivos, y los límites entre lo que es correcto y lo que no lo es se difuminan en ocasiones, complicando las cosas hasta límites insospechados.
Una gran historia llena de emoción, de sentimientos tangibles y reales, de desesperación, de amor, de esperanza, de violencia, de pasión, de venganza y de honor. He disfrutado cada página y, como siempre, me ha dejado con ganas de saber más. Quizás sea que ya, después de tantos libros, los personajes son un poco parte de mí.
Muy recomendable.
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