Sigo con las reseñas de las vacaciones. Menos mal que tenía unas cuantas lecturas acumuladas, porque ahora estoy leyendo bastante menos. Espero que la cosa mejore con las vacaciones de navidad. ¡Que ya falta menos!
SINOPSIS:
Vivir con la familia de su difunto esposo era muy incómodo para la joven Annabella St Auby, pero encontrarse con sir William Weston la dejó sin aliento, ya que él le había dejado muy claro el interés que sentía por ella, y con la misma claridad sabía Annabella que se sentía atraída por él. Pero enseguida le asaltaron las dudas: el interés de sir William, ¿tendría que ver con su persona, o con su herencia?
* * *
Un poco típica y falta de sorpresas, aunque entretenida, bien ambientada y con algunas escenas con bastante encanto. No es una novela que brille ni por los personajes ni por la trama, o quizás yo esperaba algo más. Annabella es la clásica "cenicienta", maltratada por su suegra y con un matrimonio breve pero decepcionante a sus espaldas. Cuando conoce a William y a su grupo de amistades cultas, ricas y glamurosas, se siente a la vez como el patito feo, la pariente pobre, y alguien a quien le ha tocado la lotería. Puede sentirse casi feliz aunque sea por momentos, y alejarse de los continuos reproches de su familia política. William parece realmente interesado en ella, pero pronto se descubre que tiene un motivo oculto, y eso es lo que propicia el malentendido entre ellos cuando las cosas parece que se empiezan a encarrilar. Un poco de cabezonería y orgullo y ya tenemos una trama clásica que por lo general funciona, pero que también está bastante vista. Como decía, hay algunas escenas bonitas en las que fluye la química entre los protagonistas y que le dan cierto encanto a la novela, pero no deja de ser una historia entretenida y poco más. Me ha gustado y me ha provocado curiosidad saber que es parte de una serie, por lo que no descarto leer alguna más, pero dudo que sea capaz de recordarla de aquí a unos años.
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