Lo primero que me llamó la atención de esta novela fue su portada. Como mínimo, despierta el interés de cualquiera a quien le guste la novela fantástica, ¿no? A mí me gusta. Y puesto que hacía tiempo que no leía fantasía, al final me decidí a leerla.
SINOPSIS:
Un hechizo que lo puede cambiar todo, un romance inesperado, una guerra inevitable, dos historias entrelazadas…
¡Los sombríos acechan! Quieren conquistar toda Frienia. Orcos y humanos, después de muchos años en guerra, deben aliarse para hacer frente al nuevo enemigo común. La forzada unión entre Syriel, el príncipe humano, y Lirieth, la princesa orco, será el sello de esa alianza. Pero entre ellos empieza a surgir un verdadero romance que se ve enturbiado con una sospecha de traición.
¿Esconde Lirieth algo oscuro en su pasado?
La nueva alianza y sus enemigos, intentarán captar dragones y otros poderosos aliados para reforzar sus filas.
¿Conseguirán los príncipes reunir un ejército robusto para poder combatir a los sombríos?
Dos mil años antes un perverso mago llamado Mazorik, conocedor del peor hechizo de magia negra que puede existir:
Linderiun tesarien racem
Planea dominar a todas las razas de Frienia: elfos, humanos, enanos, medianos, gigantes y sombríos
¿Conseguirá alguien desbaratar sus planes?
Dos historias que se entrelazan, en medio de guerras, traiciones, romances, intrigas y aventuras, concluyendo en un desenlace sorprendente.
* * *
La invasión de los sombríos es una entretenida novela de fantasía épica, con dos tramas muy bien entrelazadas y un mundo bien trazado en el que es fácil meterse de lleno. He disfrutado mucho de las aventuras del príncipe humano Syriel, y su prometida, la princesa orco Lirieth, así como de las intrigas, las alianzas y la detallada descripción de los usos y costumbres de cada una de las razas, así como de los diferentes reinos que visitan en su viaje. Me ha gustado, aunque hay cosas que no me han convencido del todo, como por ejemplo, la corrección. Pienso que es difícil adecuar el lenguaje y la forma de expresarse de los personajes en este tipo de historias, ya que quedarse corto implica hacerlo demasiado coloquial y poco creíble, y pasarse puede hacer que el estilo quede recargado. En general, creo que hay un equilibrio bastante logrado durante toda la novela, aunque me he encontrado con frases con construcciones un tanto farragosas e incluso con errores de concordancia que entorpecían un tanto el ritmo. Por otra parte, hay caracteres que resultan un poco exagerados, como el bueno-buenísimo de Syriel, y la mala-malísima princesa sombría, con su risa maquiavélica que, personalmente, se me hacía un poco caricaturesca y restaba verosimilitud al personaje. Supongo que en cualquier caso, eso es un poco cuestión de gustos, y para otros lectores, esos extremos pueden ser perfectamente válidos. De la misma manera, hay otro aspecto que, como lectora habitual de romántica, he echado en falta, y es sentir el romance en la pareja protagonista. Y me refiero a sentirlo de verdad, a experimentarlo. Asumo que el romance no es, ni mucho menos, el eje de la historia, pero yo soy lectora de romántica y cuando alguien está enamorado en una novela, sea o no romántica, quiero verlo, no que se limiten a decírmelo. No he visto ninguna química entre ellos, por mucho que se dedicaran tiernas miradas y dulces besos. Su relación me ha parecido fría, sobre todo para tratarse como quien dice de un flechazo. Probablemente se le ha restado importancia a este tema porque la novela está enfocada más bien a un público juvenil (o al menos a un público que incluye lectores jóvenes) pero, aun así, a mí me ha faltado sentirlo un poco más.
Sin embargo, la variedad de personajes, de diferentes razas y con diferentes historias, produce una novela rica y llena de imaginación, deliciosa para cualquier amante de la fantasía. La historia de las piedras me ha gustado especialmente, y la forma de insertarla en la trama principal, alternándola de modo que era imposible dejar de leer, me ha enganchado por completo.
Una novela a tener en cuenta por aquellos a quienes les guste la fantasía y la aventura, no cabe duda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario