Después de todo lo que se había torcido en el cuarto libro (Suelo sagrado 1) y con el cariño que les había cogido a Cam y Ash, evidentemente tenía que saber cómo terminaba todo. Solo os adelantaré que terminé más que satisfecha. De hecho, en el encuentro Zaraletras tuve la oportunidad de conocer y saludar a la autora, y le dije que la había odiado un poquito por el cuarto libro, pero que se lo había perdonado todo con este.
SINOPSIS:
Han pasado dos años desde esos días de verano en el lago Tahoe en los que todo terminó hecho pedazos. Acostumbrada a la nueva realidad, Ashley ha aceptado que no volverá a ser aquella que desafinaba en un coche y le recordaba a un chico que nunca se olvidara de sonreír.
La vida de Cam ha cambiado de forma radical y hace mucho tiempo que dejó de dibujar corazones infinitos en otra piel. Lo último que quiere ahora es que el pasado vuelva para hacer estallar la calma.
Sin embargo, hay cosas que están destinadas a ser. Y personas que están destinadas a estar. Aunque no sea de la forma en la que siempre habían imaginado. ¿Se puede reconstruir lo que un día se rompió? ¿Se puede volver a sentir cuando lo roto son dos corazones?
* * *
En cierto modo me apena no haber tenido la oportunidad de leer esta serie con otra edad, porque probablemente habría sentido muchas cosas con más intensidad y me habría gustado incluso más. Y ojo, que me ha gustado mucho, pero yo hace muchos años que dejé atrás el instituto y a veces me cuesta ponerme en la situación de personajes de esa edad. Quizás por eso he tardado en comprender la actitud y las decisiones que han llevado a Ashley hasta donde arranca este último libro, y también la respuesta de Cam. Lo cierto es que los dos se comportan de una forma que no les hace ningún bien, pero al final he entendido que es parte del proceso de hacerse adulto, y cada cual lo gestiona como puede, y tiene que cometer sus propios errores.
Aquí hay que tener en cuenta además que entran en juego temas de salud mental y que a estos chicos les habría venido bien un poco de ayuda (y me refiero a ayuda profesional, ya que sus amigos la verdad es que se lucen, entiéndase la ironía). porque sinceramente se meten en un hoyo de sufrimiento que no había ninguna necesidad de cavar.
Pero me ha encantado ver como, a medida que tratan de superarlo y fingir que pueden comportarse como adultos, se van obligando a darse una oportunidad para volver a ser, aunque sea, amigos. Y es que entre ellos hay tantas cosas, y una conexión tan especial que al final todo tenía que arreglarse, no podía ser de otra manera.
He hecho las paces con Tyler más o menos, porque también he llegado a comprender sus motivaciones aunque sigan pareciéndome egoístas. Y, dicho sea de paso, me ha costado entender que Cam le perdone todo y a Ashley no, aunque supongo que tiene que ver con las expectativas que tenía puestas en cada uno de ellos, pero es que no me parece justo. Aunque probablemente tampoco sea normal del todo andar cuestionándose todo esto cuando las personas implicadas en la situación ni siquiera son reales, sino personajes de una novela.
Pero es que al final han sido como mis amigos, mis vecinos, chicos a los que apreciaba y que quería que encontraran la felicidad. Supongo que es la clave para que haya disfrutado tanto de esta serie.
Por si quedaba alguna duda, la recomiendo totalmente. ¿La habéis leído? Si es que no, ¿os llama la atención? Os leo.
¡Hola! Me alegra que los personajes te hayan resultado tan cercanos y que hayas podido disfrutar tanto con ellos. Como te dije en alguna reseña de los anteriores, leí reseñas un poco negativas de estos últimos libros y decidí no leerlos. Un besote :)
ResponderEliminar¡Hola! A mí también me pasó alguna vez eso de sentir cierta rabia al saber que disfrutaría mucho más de un libro si lo hubiera leído a otra edad. Qué bien que trate temas como la salud mental. Un besote :)
ResponderEliminar