Hace casi un año que tenía este libro pendiente, sin embargo, me costaba ponerme con él. Tal vez porque el primero, Hasta que te conocí, me gustó, y me daba un poco de miedo ver «estropeada» la historia de Lucas y Valerie. Bueno, se «estropea» un poco, obviamente, pero vaya, lo justo. O sea, sufren y te hacen sufrir, pero como debe ser, todo acaba bien. El final feliz es imprescindible, al menos para mí.
SINOPSIS:
Mis padres eran dos personas incompatibles hasta que se conocieron. Después de unos meses negando la evidente atracción que sentían el uno por el otro, se decidieron a dar ese paso que les convirtió en una pareja enamorada, divertida y única.
Pero años después, las responsabilidades les obligarán a hacerse adultos.
Mi padre, absorbido por un trabajo exigente que le quitará tiempo para estar con nosotros, recuperará la libertad a la que había renunciado, gracias a los viajes que su cargo le obligará a realizar.
Mi madre, completamente sola, intentará lidiar con unos hijos que no siempre le pondremos las cosas fáciles.
¿Resistirá su relación a los celos, las mentiras y las ausencias?
¿Volverán a enviarse correos electrónicos de asuntos interminables?
¿Queréis averiguar qué pasó desde que se conocieron?
Pues... esta es su historia.
De la primera parte guardaba un buen recuerdo de Lucas, y en esta sin embargo he llegado a odiarlo. En serio. Valerie es una chica cabal y lo sigue siendo. Es más, la vemos convertida en una mujer fuerte y luchadora que mantiene bajo control (más o menos) a una familia que pondría a prueba la paciencia de cualquiera: un marido superdotado y rarito como él solo, un hijo mayor que parece un clon del padre, y una pareja de mellizos que son como la noche y el día.
Lucas evoluciona de una forma bastante natural (molesta, pero natural), centrándose en su trabajo hasta casi olvidar lo que realmente le importa en la vida. La tentación es grande y a fin de cuentas es comprensible que se «escaquee», pero… le odié, para qué negarlo.
Valerie tampoco es que sea una santa. Tiene dudas e inseguridades y se pone un poco terca cuando toca arreglar las cosas, pero… también la he entendido. Es bonito leer sobre una pareja más o menos normal (Lucas no es normal del todo, seamos sinceros) con problemas normales, enfrentándose a sus miedos y luchando por lo que aman.
En general los personajes infantiles aprueban con buena nota, si bien Simon me resultaba exasperante en algunas ocasiones, y Harry, a pesar de sus «diez años de ventaja» por aquello de ser superdotado me resultaba difícil de visualizar como un niño, cuando se comporta como un adolescente. Rosie es mi favorita, al menos hasta que vemos a Harry con algunos años más y… ahí me ha ganado para siempre.
Me encanta la forma en que Anna hace crecer a sus personajes y con ello nos regala nuevas historias. Esta me ha gustado mucho así que la recomiendo sin dudar.
* * *
Lucas evoluciona de una forma bastante natural (molesta, pero natural), centrándose en su trabajo hasta casi olvidar lo que realmente le importa en la vida. La tentación es grande y a fin de cuentas es comprensible que se «escaquee», pero… le odié, para qué negarlo.
Valerie tampoco es que sea una santa. Tiene dudas e inseguridades y se pone un poco terca cuando toca arreglar las cosas, pero… también la he entendido. Es bonito leer sobre una pareja más o menos normal (Lucas no es normal del todo, seamos sinceros) con problemas normales, enfrentándose a sus miedos y luchando por lo que aman.
En general los personajes infantiles aprueban con buena nota, si bien Simon me resultaba exasperante en algunas ocasiones, y Harry, a pesar de sus «diez años de ventaja» por aquello de ser superdotado me resultaba difícil de visualizar como un niño, cuando se comporta como un adolescente. Rosie es mi favorita, al menos hasta que vemos a Harry con algunos años más y… ahí me ha ganado para siempre.
Me encanta la forma en que Anna hace crecer a sus personajes y con ello nos regala nuevas historias. Esta me ha gustado mucho así que la recomiendo sin dudar.
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