Julio ha sido un mes complicado y raro. La jornada intensiva trae como resultado muchas tardes de piscina pero también mucho sueño acumulado, así que aunque tengo dos libros a medias, lo que se dice terminar, he terminado más bien pocos...
28. AMANTE DESPIERTO, de J.R.Ward
Tercer libro de la saga La Hermandad de la Daga Negra, y probablemente, el que esperaba con más ansia. De hecho, si me decidí a leerla fue por una reseña que leí sobre este libro hace un tiempo. Incluía algunos fragmentos, y despertó en mí una curiosidad que al final me llevó a investigar sobre la saga y posteriormente, a comprar el primer libro. Ahora la pregunta es cuánto tardaré en leerlos todos.
Zsadist es un personaje que promete desde el minuto cero, y además, cumple sobradamente. Como bien dice su hermano, no es un hombre roto, es más que eso: Zsadist está destrozado y (aunque por supuesto esperas que la historia vaya por donde tú quieres) no sabes bien por dónde puede salir.
Me ha gustado mucho el personaje de Bella, porque a pesar de los reveses, es dura y lucha por aquello que quiere. Su posición no es nada cómoda pese a su origen, o tal vez precisamente a causa de él. La química entre ella y Zsadist se huele desde el primer momento, y el tira y afloja que se traen es perfecto. Qué cabezota es él, por favor... Y qué aguante tiene ella. Confieso que la historia me ha puesto un nudo en la garganta en más de una ocasión. Es muy dura la historia de Zsadist, y muy hermosa la forma en que ella lo hace volver a la vida. No me cabía duda de que sería una de mis favoritas.
Ahora tengo por delante todavía un montón de libros, y también un montón de incógnitas. No tardaré en empezar con el cuarto.
29. LA NOCHE DE LA LUNA AZUL, de D.W. Nichols
Tenía guardado este libro de D.W. Nichols para cualquier ocasión en la que me apeteciera leer algo ameno y apasionado pero ligero. Sus libros no suelen ser muy largos y por lo tanto son perfectos entre lecturas más densas, al menos para mí.
La historia de la manada de Midtown encaja en estos parámetros, por lo que de entrada, era lo que yo buscaba. La historia es bastante original, y los personajes tienen gancho y están bien definidos. Lo he ido leyendo en el metro y los trayectos se me han pasado volando, exactamente como esperaba.
Aun así, confieso que me ha dejado una sensación contradictoria. Me ha gustado, claro que sí, pero he echado en falta algunas cosas. Creo que principalmente algo más de longitud en la historia. Sí, ya sé que he dicho que buscaba una novela corta, pero es que en este caso, creo que el romance necesita algo más de espacio y tiempo del que tiene para fraguarse. Todo sucede muy rápido, en apenas una semana, y aunque Owen e Ileana están predestinados y unidos por un amor de esos eternos y profundos a los que uno no puede ni pensar en oponerse, me ha costado un poco ver que sí, que se habían enamorado de forma fulminante. Quizás es que esperaba un poco más de resistencia, que lucharan más contra ese sentimiento, que chocaran entre sí, que al final me convencieran de que no podían hacer nada por evitar sentir lo que sentían, no sé. Como he comentado ya en alguna otra ocasión, probablemente la cuestión no sea si los personajes tienen o no tiempo de enamorarse de forma convincente, sino que yo esperaba otra cosa. De todos modos, me ha dejado con ganas de saber más de Midtown y sus habitantes.
Y hasta aquí llegó julio. Creo que no hay nada que añadir al reto aquel raro que me puse (ya avisé que no me iba a matar para cumplirlo, jejeje) así que el mes que viene más y mejor, espero. Al menos me llevo de vacaciones mi kindle cargadito y cinco libros en la maleta que pesan como ladrillos... jajaja. Ya os contaré si los leo todos, o me dedico a dormitar en la toalla...
¡A disfrutar de agosto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario