martes, 16 de octubre de 2018

Herbarium, las flores de Gideon (Anna Casanovas)

Este es otro de tantos libros que llevan una eternidad en mi kindle y no acabo de decidirme a empezarlos, y cuando por fin lo hago, me arrepiento de no haberlos leído antes. Había escuchado hablar de él a la propia autora en una presentación, y con tantas críticas buenas que había leído, sabía que me gustaría, pero no es una lectura breve y eso me echaba un poco para atrás. Sin embargo, cuando por fin me decidí y lo empecé, me di cuenta de que no se me iba a hacer largo en absoluto.

SINOPSIS:


Un oscuro secreto familiar hizo que Sarah se marchara de Oxford a los dieciocho años. En su huída a Brasil dejó atrás una vida. Pero cinco años después, tras la muerte de su padre, se ve obligada a regresar. Quiere ver a su abuela Sylvia, la mujer que la crió de niña y que ahora sufre Alzheimer.Sarah cree que estará solo unos días, pero cuando va a la Universidad donde su padre era profesor de química descubre que él se ha pasado los últimos años estudiando a Jane Eyre y buscando los dibujos de unas misteriosas flores, las flores de Gideon.¿Quién es Gideon? ¿Qué significan esas ilustraciones? ¿Qué tiene que ver Jane Eyre en todo esto? Aunque su abuela parece conocer las repuestas, no puede ayudarla. Lo más paradójico es que el único que puede hacerlo es Liam Soto, profesor estrella de la Universidad de Oxford, el mayor experto en Jane Eyre de Inglaterra y él ni quiere ni puede estar cerca de Sarah. A través de las flores de Gideon, Sarah descubrirá el pasado de su abuela y una gran historia de amor que tal vez la ayude a recuperar su vida y le dé las fuerzas necesarias para desenterrar lo que de verdad se esconde en su corazón.

* * * 

Me ha sorprendido gratamente el estilo de la autora, de la que no había leído nada anteriormente. Es fluido, ameno, rico y al mismo tiempo conciso. Se van pasando páginas sin darte apenas cuenta, inmersa en las memorias de los diferentes personajes y en las elucubraciones sobre las numerosas incógnitas que plantea la trama. Problemas como el Alzheimer y la amnesia se tratan con un gran respeto y suficiente detalle como para que podamos llegar a entender cómo se siente cada uno de los implicados. 
Sarah es un personaje perdido y vacío, que regresa a una vida en la que solo espera encontrar más vacío y soledad aún, y sin embargo se va llenando de comprensión, de esperanza y de ilusiones sin ser consciente de ello hasta que el cambio es un hecho. Me ha gustado la forma en que, detalle a detalle, se van desgranando los entresijos de su drama familiar. También la tozudez que tiene, y la forma en que se enfrenta a sus miedos, especialmente a Liam. Es una adulta que en el fondo aún conserva muchos de los temores de cuando era una chiquilla y rompió con todo. Su evolución es progresiva pero dramática, pues madura definitivamente a través del misterio de su abuela y las flores. Es necesario descubrir su secreto para encontrarse consigo misma y lo busca con ahínco. Y nos arrastra consigo en su búsqueda.
El personaje de Liam también me ha gustado mucho. Al principio desde luego no lo entendía y ni siquiera me caía bien, pero es un personaje complejo y lleno de matices ante el que es imposible no caer rendida. 
No puedo decir que el vínculo entre Silvia y Gideon me pillara por sorpresa, pero algunos interrogantes se mantienen casi hasta el final, de modo que me mantuvo pegada a las páginas del libro tratando de entender los porqués. 
Es una novela llena de sentimiento, de dudas, de promesas y de destinos truncados. De amores eternos que luchan hasta el último suspiro. De las que tocan la fibra más profunda y dejan huella.



Para terminar, os diré que, entre sus páginas descubrí también al otro protagonista: Jane Eyre. No la he leído, pero le pondré remedio porque ya me he hecho con un ejemplar. Tanto hablar de ella, me ha picado la curiosidad.  
En fin, que si no la habéis leído, no podéis dejarla pasar por más tiempo. Os arrepentiréis, como he hecho yo.

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