miércoles, 28 de agosto de 2019

El fantasma de Canterville (Oscar Wilde)

Siguiendo con mi plan de redescubrir a los clásicos, hace poco aproveché una oferta en el Hiper para hacerme con varios, y este libro era uno de ellos. Si bien la sinopsis no dice mucho, hice algunas averiguaciones y me pareció que tenía buena pinta. Además, incluye el cuento del Príncipe feliz, que era de mis favoritos cuando era niña. Me chocó, eso sí, leer que casi todos los cuentos que componen el volumen tienen un final más bien agridulce. Y es cierto, en unos más que en otros. Pero aun así, su lectura es una delicia sin excepción.



SINOPSIS:
Incluimos en esta edición seis de los cuentos más conocidos de Oscar Wilde, entre los que destacan títulos como El fantasma de Canterville, El Príncipe feliz y El ruiseñor y la rosa.
Escritos en una impecable prosa, estos breves relatos constituyen una muestra del talento narrativo del autor. Se trata de un ramillete de cuentos en los que se entremezcla el humor, la ironía, la generosidad y el desengaño. Todo un conjunto de sentimientos humanos que llegarán fácilmente al corazón del lector. 

* * * 

A ver, como es un libro de relatos, creo que lo más justo es comentarlos uno a uno, ya que cada cual tiene sus particularidades. Al ser breves se leen en un ratito y son perfectos para alternar con lecturas más densas, o para trayectos cortos, por ejemplo. 
Me ha gustado especialmente el primer relato, El fantasma de Canterville, además de por el impecable estilo y la fluidez de que hace gala, por el fino sentido del humor, que me ha hecho pasar muy buenos ratos. 
El cumpleaños de una infanta me ha impactado sobre todo por el agudo contraste entre sus coloridas escenas y descripciones, llenas de vida, y el cruel desenlace, en el que la frialdad es la nota dominante. 
El pescador y su alma es, probablemente, el que más pesado se me hizo. No llegué a cogerle el punto y, sin embargo, el final me sorprendió y me gustó mucho.
El Príncipe feliz es bastante similar a la versión reducida que leí en mis cuentos infantiles, y lo he disfrutado mucho a pesar de que su tono es más triste y amargo que aquella. Sigue siendo una hermosa historia. 
El ruiseñor y la rosa tiene un tono bastante similar a El cumpleaños de una infanta, y casi desde el principio, intuí un desenlace también similar. Probablemente porque los sentimientos, tal y como se indicaba en la sinopsis, calan con rapidez en el corazón del lector a medida que avanza en la lectura. Es intenso, injusto y cruel, pero lleno de belleza. 
Por último, El amigo leal, es una fábula en el mismo tono irónico, cruel y desencantado, con otro final agridulce. Es casi la nota común a todos los cuentos de la edición, así que ya no me ha sorprendido. Y, aunque soy fan incondicional de los finales felices, reconozco que no me habrían causado la misma impresión si hubieran sido más edulcorados. 
Con sus más y sus menos (sostengo siempre que no leo para sufrir, sino para disfrutar, y en estos cuentos en los que los sentimientos están tan a flor de piel hay bastante crueldad), he disfrutado de la lectura y me ha parecido una obra que merece la pena leer. 



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