jueves, 28 de junio de 2018

Me vuelves loco (Isabel Keats)

Es genial cuando ya no solo eliges un libro por su portada o su sinopsis, sino porque sabes que la autora no te va a fallar, porque te gusta su estilo, porque te divierte, porque sabes lo que te vas a encontrar con poco margen para equivocarte. Eso me pasó con esta novela. Me apetecía algo ligero y divertido y di exactamente en el clavo. 



SINOPSIS:
Ali es doña manías: el pañuelo de pensar, los desayunos hiperproteicos, la obsesión por la limpieza y el running al amanecer. Debajo de su excéntrico comportamiento y su cuerpo de supermodelo, solo hay una chica que busca desesperadamente ordenar sus sentimientos. No es feliz (todavía).

Konrad es don desastre: sin horarios, sin régimen y sin freno… ni en el amor, ni en la comida, ni en el derroche. ¡Gracias al cielo, nació con una creatividad exacerbada que le permite vivir bien y no privarse de nada! Cree que es feliz, hasta que conoce a Ali.

Esta no es (solo) una historia de cómo los opuestos se atraen. Tampoco es (solo) una novela que alegrará tus tardes de mantita y lluvia. Me vuelves loco es una deliciosa manera de ser un poco más feliz, recordando cómo se construye una amistad a fuego lento y lo maravilloso que es enamorarse.

* * * 

Confieso que en las primeras páginas, la abismal diferencia de caracteres entre los protagonistas me hizo cuestionarme cómo dos personas con hábitos y manías tan dispares podían llegar a enamorarse. Konrad es un buen tipo y se ve enseguida, pero la primera impresión que ofrece es tan penosa que haría salir corriendo a la mujer más entusiasta. Y Ali no es entusiasta en absoluto. Es una persona completamente asocial, llena de miedos, manías y traumas. Otra buena persona que ha tenido mala suerte.

Es bien sabido que los opuestos se atraen aunque solo sea por el clásico reto de redimir al otro, que en este caso ambos afrontan con alegría para acabar descubriendo a ese verdadero yo que estaba bien oculto en cada uno de ellos.

La caracterización de los personajes es fantástica, y no solo de los protagonistas. Jennifer, la jovencita díscola por la que nadie da un duro, es genial de principio a fin. ¡Y qué decir de la obsesiva mensajera del apocalipsis! Unos personajes redondos, muy divertidos y que se complementan unos a otros para crear una historia muy amena que te saca risas y también a ratos emociona y encoge el corazón. Una novela que como bien dice la sinopsis, ayuda a redescubrir el amor a fuego lento, la camaradería y ese misterio de cómo a veces puedes enamorarte de alguien a pesar de sus rarezas, o tal vez incluso a causa de ellas. A mí me ha gustado mucho y sin duda lo recomiendo.

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