Otro libro que hace tanto, tanto tiempo que tenía en el Kindle, que casi me daba vergüenza. Más aún cuando he leído ya varios de Kris L.Jordan y sé que disfruto de sus historias sencillas, emotivas y sin artificios, y de sus personajes tan entrañables. ¡Y qué preciosa portada!
SINOPSIS:
Drac vive anhelando que llegue la noche para reencontrarse con la mujer que aparece en sus sueños. Una belleza de ojos dispares, un ojo azul como el mar y otro color miel. Cada noche, en sus sueños, le visita. Son encuentros tan vívidos que puede sentir la suavidad de su piel, el calor de su cuerpo, su aroma…
Ajeno a un secreto que se le ha ocultado desde niño, Drac sufrirá el devastador golpe de una revelación. Cuando un vampiro cruel y despiadado destruye lo que él más ama, se verá forzado a aceptar la realidad, él es un cazador y como tal deberá luchar contra sus enemigos. Pero… no todo es blanco o negro, no todos son buenos o malos. Y lo que en un principio mueve su vida, la venganza, terminará siendo lo menos importante.
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Me ha sorprendido mucho esta incursión de la autora en la romántica paranormal. Me he llevado muchas, grandes y agradables sorpresas. El comienzo me pareció fantástico, con un joven protagonista, Drac, que es un chico normal hasta que se da de morros de la peor forma con una realidad terrible que le han ocultado desde niño. Por otra parte, las enemistades eternas y los amores predestinados son una gran baza y Kris L. Jordan la juega con maestría desde las primeras páginas.
El resto de los personajes no se quedan atrás. Me ha gustado la fuerza de Yelina, el coraje de Brais, la dulzura de Abril, la pasión y tozudez de Iol y Uriel, la generosidad de Zenda, la peculiar inocencia de Otto, la fe de Samay, y también los pequeños detalles que caracterizan a muchos otros de menor peso en la historia. Hay varias historias de amor entrelazadas, que consiguen mantener sin esfuerzo el interés del lector mientras los lazos se van estrechando entre unos y otros, los malentendidos los alejan, el amor los vuelve a atraer... Como la vida misma.
Mención especial para Habacuc, ese vampiro odioso y repelente que pese a su aspecto aniñado y casi dulce es un enemigo terrible, sádico y sanguinario. Cumple a la perfección su papel y da cohesión a la historia y sentido a la sed de venganza de Drac.
En síntesis, me ha parecido una historia muy bonita, de esas que dejan una sensación agradable y una sonrisa en los labios. Eso sí, también tengo que decir que me he llevado una sorpresa desagradable con la cantidad de erratas que tiene, especialmente llevando un sello editorial. Es una lástima que la dejadez desluzca una historia tan bonita, sobre todo porque todas las historias anteriores de la autora que he leído eran autoeditadas y el número de errores no se acercaba ni de lejos al de esta novela. Da que pensar.