Tenía guardado este libro para cuando se fueran acercando las fiestas de Navidad, porque adoro las historias de Caroline Mickelson sobre la familia Claus. No he podido esperar hasta diciembre porque ya tenía muchas ganas de leerla. Se me ha hecho corta, pero igualmente ha merecido la pena.
SINOPSIS:
La cuenta regresiva para la Navidad ya ha comenzado, y la decoradora de interiores Jackie Frost se sorprende al recibir un llamado urgente de Santa Claus para pedir su ayuda. Una vez en el Polo Norte, Jackie se ve involucrada en el alocado plan de Santa para redecorar toda la Sede Central de la Navidad como una sorpresa para la señora Claus.
Varias cosas ponen a prueba la devoción de Jackie hacia la familia Claus mientras comienzan las renovaciones, entre las que se destaca tener que trabajar junto con el maestro artesano Dean Bradshaw. Dean es atractivo, inteligente, divertido y tiene un don para construir cosas. Pero lo que le preocupa a Jackie es lo que está destruyendo; concretamente, las paredes que ella ha construido alrededor de su corazón.
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La única pega que le puedo poner a esta historia es que es más corta que las demás de la misma serie, así que me ha durado un suspiro y me ha dejado un poco con las ganas. Por lo demás, sigue siendo un aperitivo perfecto en vísperas de las fiestas, con su entrañable descripción del Polo Norte y sus personajes. En este caso, Jackie y Dean son dos protagonistas aparentemente opuestos, que viven cada uno en una punta de los Estados Unidos, tienen distintos estilos de vida e incluso en su forma de ser son diferentes. Una pequeña encerrona de Santa Claus los obliga a trabajar juntos y a conocerse mejor, y... la magia de la navidad hace su efecto. Me ha encantado, si sois navideños, no podéis dejar pasar una historia cortita tan entrañable como esta.
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