La romántica histórica fue el género con el que me inicié como lectora en la novela romántica y, de vez en cuando, me sigue gustando volver a él. Cuando además es de la mano de una autora con una pluma tan maravillosa como la de Isabel Cánovas, el disfrute es mucho mayor.
SINOPSIS:
Inglaterra, 1814. Emily cree tener muy claro su destino, pero el sentido del deber de un duque se interpondrá en el camino que creía bien trazado. Forzada a casarse con Andrew Cavendish para evitar un escándalo, se verá obligada a mantener en secreto su profesión para evitar un escándalo aún mayor.
Con lo que no contaba era con enamorarse de su marido, un duque resentido con las mujeres, desconfiado y huraño.
¿Podrá Emily amar y ser amada al mismo tiempo que realiza la profesión para la que nació o deberá elegir?
* * *
Emily es una joven huérfana con una pasión por la medicina a la que no quiere renunciar, pero a la muerte de su padre su tutela pasa a manos del duque de Windham, que pretende casarla para desentenderse cuanto antes del problema.
Pero el duque es joven y atractivo y, por circunstancias imprevistas, se acaba viendo obligado a ser él quien se case con ella.
Entonces entramos de lleno en una de esas maravillosas tramas de matrimonio concertado que tanto me gustan, con un marido gruñón pero adorable completamente descolocado y fuera de su zona de confort, y una protagonista con las ideas muy claras aunque un poco temeraria. La química entre ellos es perfecta, y es imposible no enamorarse y sufrir con ellos y con las intrigas que van surgiendo a su alrededor.
Isabel tiene una forma de escribir fluida, limpia y envolvente, que te atrapa en la historia sin darte cuenta y es un placer para los sentidos. Ha sido uno de mis grandes descubrimientos del pasado año y sin duda os la recomiendo.