lunes, 3 de junio de 2019

La chica del pelo azul (Laura Sanz)

¡Cómo me gustan las novelas Time travel! Hasta la fecha, todas las que he leído, sin excepción, me han encantado. Combinan la magia de verse transportado a otro lugar y época histórica con la mentalidad actual y el choque entre culturas distintas. Porque la novela histórica es maravillosa y nos hace ver y descubrir otra época, pero verla a través de los ojos de alguien de nuestra propia época nos pone en su lugar, nos enfrenta a los conflictos por los que pasa el personaje casi como si fueran propios: la dificultad con el idioma, el desconocimiento de los usos y costumbres, la ausencia de comodidades a las que el ser humano moderno está acostumbrado por norma general... Me fascina. 


SINOPSIS:

Álex Carmona poco se podía imaginar que el pergamino que había adquirido en una misteriosa librería la iba a llevar a la Inglaterra medieval.

Allí conocerá a Robert FitzStephen, señor de Black Hole Tower, que desde el primer instante la fascinará y le hará cuestionarse todos sus principios.

Si bien el destino ha sido el artífice de que sus caminos se crucen, habrán de ser ellos los que decidan sobre su futuro. ¿Son novecientos años realmente una distancia insalvable?

* * * 


Realmente hay muchas cosas que destacar en esta novela. Alex es una protagonista fuerte, independiente, resolutiva y valiente. Está acostumbrada a estar sola y a buscarse la vida,  no teme a los cambios ni a los retos, es inteligente y ha tenido una educación cuidada que, sin haber conseguido hacer de ella una "niña bien" (es demasiado rebelde para eso) la pone en una situación ventajosa ante casi cualquier circunstancia. Cuando su pasión por los libros antiguos la lleva a una misteriosa librería, y de allí a la Inglaterra medieval, enseguida nos damos cuenta de que logrará apañárselas, porque es una luchadora. Lo que ella no sabe, y nosotros, los lectores, sí, es que hay una batalla que tiene perdida de antemano: es imposible que no se enamore de Robert. 
Es el protagonista perfecto: atractivo (aunque con un punto salvaje muy acorde a la época), honesto, leal, valiente, apasionado, justo, un poco terco (sí, en las novelas los protagonistas tienen que ser un poco tercos porque si no, no hay conflicto y por tanto no hay historia) y, además, un padre modélico. Me ha gustado que sea más joven que ella. Demuestra que la edad es algo relativo, sobre todo porque hace novecientos años la gente no maduraba igual, ni se curtía igual, ni envejecía igual que ahora. Es lógico que ella sea mayor que él y aun así no se note. Me ha gustado que Álex sea capaz de ganarse a los habitantes de Black Hole Tower por méritos propios, y no por gozar del favor del Señor del castillo. He sufrido su indecisión a la hora del regreso, y su miedo, y su sensación de pérdida. He disfrutado cada página hasta el final, llevada por ese estilo fluido, cuidado, ágil y elegante de la autora, que es un placer leer. Me he metido en la historia de principio a fin, y me ha encantado. No me queda más remedio que recomendarla encarecidamente. 


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