Seguramente algunos pensaréis al leer el título de esta entrada que se me ha caído un tornillo. Otros quizás que soy una borde. Me consuela saber que habrá algunos que entenderán perfectamente a qué me refiero.
Hace año y medio que publiqué mi primera novela, Empujones del Destino. Después llegó Doce maneras de enamorarse y por último, Depredador. Desde que salió la primera he ampliado mi círculo de amigos y conocidos en este mundillo de las redes sociales relacionadas con los libros, y también he aprendido algunas cosas. Una de las primeras y más importantes seguramente ha sido que no soy el ombligo del mundo y mi libro no es ni el único, ni el mejor, por mucho que sea "mi criatura" y a mí me parezca perfecto.
Lamentablemente hay mucha gente que aún no ha aprendido esa lección, carece de humildad, o le da igual todo con tal de hacerse ver. No digo que yo misma en algún momento no haya actuado de una forma parecida, equivocándome por ignorancia pero, por fortuna, vi la luz. Muchos otros, en cambio, parecen ir por la vida con gafas de sol oscuras más chulos que un ocho.
Cualquier perfil de facebook como el mío recibe todos los días varias solicitudes de amistad. Algunas de gente con la que hemos cruzado alguna palabra en un grupo, o en el muro de un amigo común. Otras veces es gente con la que tenemos amigos comunes pero no hemos hablado nunca. E incluso en ocasiones es gente que no conocemos de nada, no tenemos ningún amigo en común y no sabemos realmente cómo ni por qué quieren nuestra amistad.
Dejando a un lado a esos que pretenden utilizar facebook como página de citas, un escritor puede barajar varias opciones. Cuando alguien te manda una solicitud de amistad, lo más normal es que el interesado sea un lector (que puede habernos leído o simplemente haber oído hablar de nosotros y tener amigos en común), un bloguero u otro escritor.
Seamos sinceros, los que a los escritores más nos interesan, siendo egoístas, son los primeros. Gente que nos lea, que nos siga y que nos diga que le gustan nuestras historias, y si no le gustan, que nos diga por qué, que de eso también se aprende. Los blogueros son igualmente interesantes, porque probablemente en algún momento leerán alguna de nuestras historias, nos harán una reseña, una entrevista o cualquier otro tipo de promoción, y además nos mantienen informados sobre otras novedades que nos interesan. Después de todo, también somos lectores.
Tengo muchos escritores como amigos. A algunos de ellos (creo que a la mayoría) los he leído o pretendo leerlos en algún momento. A otros no los he leído pero he cambiado impresiones con ellos en algún momento, y es gente que me enriquece o, simplemente, me cae bien. Hay otros que he aceptado, o les he pedido amistad porque en algún momento he creído que podíamos tener cosas en común. A veces he acertado, y otras veces no.
Sucede a menudo que alguno de estos escritores, especialmente del último grupo, es decir, a los que no conozco de nada, hace gala de un egocentrismo insultante dos minutos después de haber aceptado su amistad. Me sienta fatal, y no soy la única. Si estoy escribiendo esta entrada es porque pasa a diario en los muros de mucha gente, no solo escritores, también lectores y blogueros. Aceptas a alguien y, al momento, sin mediar ni un "hola, gracias por aceptarme, un saludo", te encuentras un "Fulanito te ha invitado a dar me gusta a su página Tal y Cual".
Cuando no se trata de "Fulanito te ha añadido al grupo Me chifla leer a Fulanito".
Que oye, a veces te chifla, pero la mayoría de las veces igual no tienes ni idea porque ni siquiera sabrías decir si Fulanito ha escrito un libro, dos, o veinticinco, porque, repito, probablemente no lo conoces de nada.
Y el peor de los casos... Fulanito te planta un enlace de su blog, su página de autor, su libro a la venta en Amazon o cualquier joya similar en tu muro sin cortarse ni media.
Vamos a ver, Fulanito... ¿pero tú quién te crees que eres para entrar así, como un elefante en una cacharrería?
Mi reacción hasta hace poco era enviar de inmediato una sugerencia a dar "me gusta" a mi página de autora, a la de Depredador y a la de Empujones del destino. Y si me daban "me gusta", aplicaba el quid pro quo, y si no, ahí se quedaba la solicitud. De ahí pasé a eliminar al susodicho si no mostraba ningún interés en mis páginas, y hoy por hoy, si alguien me pide amistad y automáticamente me pide un like sin aportar nada, lo elimino sin contemplaciones.
¿Borde y radical? Probablemente, pero creo que estoy en mi derecho. O todos guardamos las formas o... se acaban las contemplaciones.
Capítulo aparte merecen aquellos que de repente, salidos de la nada, envían un mensaje privado más o menos educado diciendo "Hola, te invito a descubrir mi novela Tal y cual, a la venta en Amazon. No te dejará indiferente". Vamos a ver... Dos cosas. Primera: que algo no te deje indiferente no es necesariamente bueno. He leído novelas que no me han dejado indiferente porque me han puesto los pelos como escarpias porque no hay por donde cogerlas. Obviamente eso no es bueno, así que no creo que sea una frase acertada para hacerse publicidad, aunque mucha gente parece no estar de acuerdo conmigo. Quizás a veces me paso de quisquillosa.
Y en fin, segunda cosilla, Fulanito: Si te vas a poner a spamear agresivamente y a tontas y a locas, como quien dice, ten en cuenta que es probable que entre tus tropecientos amigos escritores, a los que has agregado con el objetivo (pretencioso y egocentrista) de venderles tu novela como a cualquier otro lector, haya una cantidad nada despreciable de ellos con más novelas publicadas que tú. Y sería perfectamente lícito que (habiendo sido tú quien les pediste amistad, y por tanto quien supuestamente tiene interés en ellos y no al revés), te encontraras como respuesta un "Gracias por la información, Fulanito. Aprovecho para invitarte a descubrir mis tres novelas, Tal, Cual, y Pascual, a la venta en Amazon, El Corte Inglés y doscientas cuarenta librerías, y de las cuales te incluyo aquí mismo los enlaces. Y a dar me gusta a mi página de autor y a la de cada novela, y además a entrar en mi grupo de Facebook (eso si no te agrego por la cara, que también es una práctica muy extendida y que posiblemente tú mismo hayas aplicado sin preguntarte por qué podría interesarme a mí tu grupo si ni siquiera sé quién eres)".
Confieso que en más de una ocasión he contestado de forma muy similar a mensajes de este estilo (quitando lo de El Corte Inglés y las librerías, obviamente, ya que mis novelas solo están en Amazon). Es probable que mucha gente lo considere una grosería, pero cuando me avasallan tiendo a reaccionar así. ¿Tanto cuesta controlar el ego? Todos tenemos ombligo, así que no estaría de más mirar un poco alrededor y darse a conocer de forma menos egocéntrica.
Y como no sé si tú, que has llegado hasta aquí leyendo la entrada, estás en el grupo de los que piensan que se me ha caído un tornillo, en el de los que creen que soy una borde, o en el de los que entienden a qué me refiero, me encantaría leer tu opinión.
Más claro agua. Jeje. Me ha encantado leer este artículo. Un beso enorme.
ResponderEliminarAsumo que estás entre los que me entienden, Alexis, jejeje. ¡Besos, y gracias por comentar!
ResponderEliminarUn artículo estupendo que refleja la situación actual que "sufrimos" muchas personas, seamos blogueras, lectoras o escritoras. Al final aprendes a ser selectiva... Jejeje 😉
ResponderEliminarSelectiva y poco escrupulosa a la hora de tomar medidas. Cuando la paciencia se agota, es lo que tiene...
EliminarGracias por comentar. ;-)
Después de leer el artículo tengo que decir ¡cuánta razón! Me ha pasado en multitud de ocasiones que me agregan para lo que dices. Yo pasaba, pero ahora voy seleccionando a quien agrego. Por culpa de esas cosas, posiblmente esté dejando fuera a personas que realmente le intereso por mis libros. Pero he de correr el riesgo...
ResponderEliminarYo también selecciono, Inna, pero así y todo se me cuelan. Y no es cuestión de rechazar a todo el mundo por una mala práctica de una minoría. Deberían darse cuenta de que no se puede ir así por la vida.
EliminarGracias por dar tu opinión. Besos!
El problema es que hay mucho escritor y escritora que cree que acumulando 'Me gusta' en Facebook realmente gustan más. Lo que no tiene ningún sentido y es para analizar, porque si tienes que pedirlos tú mismo/a, lo más probable es que a la mayoría de esas personas a las que se los pides ni siquiera les interese lo que escribes. Que te los den sólo por hacerte un favor. Siempre es mejor y más efectivo tener 100 seguidores reales (que aprecian realmente tu trabajo) que 1000 que no lo son. Pero allá cada uno con su manera de auto-engañarse con su contador de Facebook.
ResponderEliminarLos "me gusta" se supone que en cierto modo contribuyen a difundir los contenidos de tus páginas y a darte visibilidad, pero yo creo que se pueden pedir de un modo menos agresivo haciendo de vez en cuando un llamamiento en nuestro propio muro para que quien quiera siga nuestra página. Creo que se obtiene mejor resultado, se molesta menos y seguramente, como tú dices, es más efectivo.
EliminarGracias por tu opinión, Rosario. Besos!
Gracias por poner con palabras tan claras lo que muchas pensamos.
ResponderEliminarGracias a ti por leerlas, Leonor. Quizás si ponemos esos pensamientos en palabras, lleguen a oídos de los más necesitados de oírlas... jejeje
EliminarPues tienes razón. Yo entiendo que la gente se promocione (y espero hacerlo yo algún día), pero es cierto que abunda el spam y la falta de consideración.
ResponderEliminarLa promoción es necesaria, MJ, pero invadir el espacio del otro yo creo que no.
EliminarGracias por tu opinión!
Estupenda entrada y mejor explicado imposible, es una pasada todos los que solicitan amistad para que sigas su página, yo ya he optado por eliminar directamente las solicitudes sin ni siquiera ver su perfil, a no ser que vea que tenemos varias amigos en común, el que quiera hablar con migo tiene como cominicarse sin necesidad de enviar amistad,así que estoy totalmente de acuerdo contigo no es borde ni radical a esto se le llama REALISMO y al que le pique que se arrasque. Besitos guapas
ResponderEliminarTener muchos amigos en un perfil de escritor se supone que es bueno... pero claro, es que a mí esto no me parece amistad, me parece egoísmo, egocentrismo y oportunismo.
EliminarGracias por tu opinión. ;-)
De acuerdo en tu entrada TOTALMENTE.. ¡Estoy hasta el miño!
ResponderEliminar¿Ves? Sabía que estarías de acuerdo, Naitora, jajaja. Si es que cada vez va a más, ya les vale.
EliminarTienes más razón que un santo, especialmente en la última parte, sobre todo gente que te pide amistad, que no sabes debajo de que piedra ha salido y que sin mediar palabra te manda por privado su enlace para darle al "me gusta" a su página o peor, te encasqueta el enlace de su novela con un "espero que me leas".
ResponderEliminarNo has sido borde en absoluto, sencillamente has retratado algo que está pasando ahora mismo.
Gracias por tu opinión, Kelly. Ya sabes cómo va esto, dices las cosas como son y ya eres la mala...
EliminarEn fin, como decían por ahí, el que le pique, que se rasque.
Tienes toda la razón del mundo, por cierto te sigo e iré leyendo tus libros
ResponderEliminarLucía,
ResponderEliminarTienes toda la razón del mundo. Cada día más nos piden amistad y justo tras aceptar, nos mandan una invitación para que le demos a me gusta y ni siquiera lo conocemos de nada. Digo yo que primero tendré que ver de si me gusta o no y si me interesa. También están los que te piden amistad y tras aceptar, te mandan un mensaje por privado sin decir ni un triste hola y te piden que le des a me gusta o te ponen el enlace de Amazon para que compres su novela. ¿Pero no saben que haciendo eso echen a los lectores, blogueros y escritores para atrás? Yo por lo menos si lo hacen así me sienta fatal, sólo demuestran interés. Si nos mandan un mensaje al blog para presentarse y nos piden que les leamos, decidimos, pero siempre con una conversación y conociéndolos. Esperemos que se den cuenta que da muy mala imagen hacer eso y paren de una vez. Besos preciosa. Nos vemos por facebook :)