martes, 17 de diciembre de 2019

Los señores del tiempo (Eva García Saenz de Urturi)

Por fin mi hermana me prestó la tercera parte de esta trilogía, y la cogí con muchas ganas. No me ha decepcionado.



SINOPSIS:
Vitoria, 2019. Los señores del tiempo, una épica novela histórica ambientada en el medievo, se publica con gran éxito bajo un misterioso pseudónimo: Diego Veilaz.



Victoria, 1192. Diago Vela, el legendario conde don Vela, retorna a su villa después de dos años en una peligrosa misión encomendada por el rey Sancho VI el Sabio de Navarra y encuentra a su hermano Nagorno desposado con la que era su prometida, la noble e intrigante Onneca de Maestu.



Unai López de Ayala, Kraken, se enfrenta a unas desconcertantes muertes que siguen un modus operandi medieval. Son idénticas a los asesinatos descritos en la novela Los señores del tiempo: un envenenamiento con la «mosca española» ―la Viagra medieval―, unas víctimas emparedadas como se hacía antaño en el «voto de tinieblas» y un «encubamiento», que consistía en lanzar al río a un preso encerrado en un tonel junto con un gallo, un perro, un gato y una víbora.



Las investigaciones llevarán a Kraken hasta el señor de la torre de Nograro, una casa-torre fortificada habitada ininterrumpidamente desde hace mil años por el primogénito varón. Pero el reverso de tanta nobleza es la tendencia de los señores de la torre a padecer el trastorno de identidad múltiple, un detalle que arrastrará a Estíbaliz a vivir una arriesgada historia de amor.



Unai López de Ayala acabará descubriendo que Los señores del tiempo tiene mucho que ver con su propio pasado. Y ese hallazgo cambiará su vida y la de su familia.


* * * 

En este caso, la ya clásica alternancia entre presente y pasado en la novela es mucho más brusca que en las dos anteriores, y tal vez porque la historia no se sentía tan cercana, me ha enganchado menos que en la primera y segunda parte de la trilogía. Aun así, tiene el aliciente de las referencias históricas y el juego psicológico de la personalidad múltiple que se menciona en la sinopsis y que es un ingrediente muy bien manejado. 
La desgracia sigue de cerca a Kraken, y ha habido momentos en los que he pasado un poco de angustia (como debe ser), pero la verdad es que los personajes siguen siendo fieles a su carácter y como a estas alturas ya son casi de la familia, el libro me ha durado un suspiro. 
Ha habido bastantes giros que me han sorprendido, más que en los libros anteriores, y eso es un punto a favor cuando ya parece que conoces la historia y a sus protagonistas y te aventuras a hacer suposiciones, un tanto confiada. Es un magnífico cierre de una trilogía muy bien hilada y perfectamente ambientada, que me ha gustado mucho. 

miércoles, 11 de diciembre de 2019

El ángel caído (Nalini Singh) - Gremio de los cazadores #1

Aquí vengo con otra de esas novelas que me encuentro en oferta y de las que hago acopio para cuando llega el verano, que es cuando más leo en papel. De esta me llamó la atención, además de la portada, el título (no recordaba haber leído nada sobre ángeles) y la autora. A pesar de que sé de su fama como escritora de romántica paranormal, solo había leído una novela de Nalini Singh anteriormente, y fue una contemporánea con una estrella del rock como protagonista. Eso sí, me encantó, así que cogí esta con doble curiosidad. 


SINOPSIS:

La cazavampiros Elena Deveraux sabe que es la mejor en lo suyo. Pero no está segura de ser lo suficientemente buena para llevar a cabo esta misión. La ha contratado el arcángel Rafael, un ser tan bello como peligroso, una criatura que aterraría a cualquier mortal. Elena también sabe que el fracaso no entra en sus esquemas, ni siquiera cuando la misión es imposible. Porque esta vez no tiene que rastrear y capturar a un vampiro. Esta vez tiene que atrapar a un arcángel rebelde. Elena se verá inmersa en una matanza que la arrastrará al límite de la vida... y de la pasión. Incluso saliendo viva de esta, sucumbir a las caricias de Rafael puede significar la muerte. Cuando los arcángeles juegan, los mortales sufren.

* * * 

Me ha gustado muchísimo la forma en que la autora se mete de lleno en una historia con toques tan fantásticos como el hecho de que los ángeles, arcángeles y vampiros campen a sus anchas, como si fuera una realidad alternativa, o un futuro cercano. La magia y el poder lo envuelven todo con la más absoluta normalidad, y eso me encanta. 

El personaje de Elena es fuerte y atrae desde un primer momento, pero Rafael es un protagonista simplemente brillante. Es atractivo, peligroso (en el más amplio sentido de la palabra), poderoso, impredecible y con un punto de crueldad. Su relación es una montaña rusa sobre la cuerda floja, porque cualquier paso puede significar la muerte para ella y tal vez la perdición para él. He disfrutado mucho del ritmo, de los datos, bien dosificados, de esa realidad desconocida, de los personajes secundarios, tan complejos y reales como los protagonistas, y sobre todo, de la relación entre Rafael y Elena, tan compleja, apasionada, intensa y peligrosa. Completamente adictiva. 

Aunque tengo muchas series a medias, no descarto seguir leyéndola. Seguro que depara muchas sorpresas y personajes igualmente apasionados y atrayentes. No me extraña que Nalini Singh sea considerada una de las grandes de la romántica paranormal. Con esta novela al menos, para mí lo ha demostrado con creces. 

Muy recomendable. 

domingo, 1 de diciembre de 2019

¡NaNoWriMo 2019 superado!



Bueno, por fin, después de dos intentos fallidos en 2015 y 2016 (los borradores todavía andan por ahí en mi cajón inacabados dando vueltas), este año he conseguido terminar a tiempo el NaNoWriMo, con una novela de vampiros que a fecha de hoy tiene 50688 palabras y está a falta de unos pocos capítulos para llegar a su fin. Que todos sabemos que después viene el trabajo duro de releer, cortar, pulir, revisar y corregir, y esto no ha hecho más que empezar, pero estoy contentísima porque he logrado varios objetivos en este mes, y eso me incita a pensar que puedo lograr otros si me los propongo tan en serio como he hecho con este. 


1. Planificar en condiciones. 
Sí, la idea llevaba ya tiempo dando vueltas en mi cabeza, pero me tomé mi tiempo para hacer fichas de personajes, una escaleta (que más o menos he respetado) y el necesario trabajo de documentación. Que siempre surgen cosas y faltan datos y se pierde algo más de tiempo una vez entrados en materia, pero tener todo esto adelantado permite enfocarse en lo que importa: escribir. Además, al tener el guión hecho con bastante detalle no he tenido que sufrir por el temible bloqueo del escritor.


2.Ser constante.
Ha habido días en que he logrado escribir 2.000 o 3.000 palabras, y también algunos en los que no he llegado a 1.500. Incluso un día que no llegué ni a las 500 palabras, pero lo importante es que he perseverado, he tratado de coger ventaja los días que tenía más tiempo o estaba más inspirada, y me he esforzado por conseguir al menos una cifra razonable los días en que no podía hacer nada más. Ni un solo día he dicho "Bah, por un día, no pasa nada". Sí que pasa. Es mejor hacer poco, pero a diario. De esta forma la historia estaba continuamente rondándome la cabeza y en los momentos en que no podía escribir, iba perfilando diálogos y escenas futuras. Todo ha ido muchísimo mejor de lo que esperaba, y creo que la clave ha sido precisamente esa: la constancia. 



3.Instaurar un hábito de escritura.
Este va enlazado con el objetivo anterior, y bueno, ahora habrá que ver si de verdad es duradero, pero no hay nada que me haga pensar que no tenga por qué ser así. Ayer, con el reto ya superado, terminé de comer y lo primero que pensé fue: "Me voy a poner un rato a escribir, a ver si hago al menos otras 500 palabras hoy". Obviamente con un trabajo a tiempo completo y dos niños no es fácil mantener un ritmo de 1.667 palabras diarias como en el NaNoWriMo, pero sí se puede alcanzar una cifra más accesible, como 500, o 1000, que si se hacen a diario también es un ritmo de escritura estupendo. Y ese es  mi objetivo de ahora en adelante. 


Si soy capaz de seguir con lo que me he propuesto el año que viene podréis ver el resultado, y confío en que seré capaz. Porque esto ya es un compromiso conmigo misma y con toda la gente que me animó a ponerme frente al ordenador (o la libreta) cada día y me dijo: 

"Venga, que tú puedes hacerlo"