Esta novela la compré en oferta en el supermercado. Había un montón y me costó bastante decidirme, pero al final me dediqué a descartar las que ya había leído (que también había algunas) y seleccionar aquellos autores que considero valor seguro. Uno de ellos es José de la Rosa. Y por tanto esta fue una de las novelas que me llevé.
SINOPSIS:
Inés lleva diez años viviendo en Noruega, donde ha erigido una nueva vida: el trabajo de sus sueños, un apartamento decente y Björn, el hombre con el que intenta construir un futuro. Una noche recibe una llamada inesperada. Su padre acaba de fallecer y debe regresar a Sevilla para el funeral. Aquel era el hombre con el que ella había medido a todos los demás, el caballero perfecto, y es entonces cuando descubre una vieja carta escrita por él, en la que declara su amor a una mujer que no es su madre. Confundida, incrédula, Inés recurre al único que puede ayudarla, un viejo amigo que es ahora inspector de policía. Reticente, Pedro se ofrece a resolver el misterio, pero la razón por la que Inés huyó de España quizá tenga mucho que ver con él, y los fantasmas del pasado pueden resurgir con el color asombroso de los ojos de este antiguo amor.
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Las novelas con historia pasada son siempre intrigantes y llenas de emociones. En este caso Inés vuelve a su Sevilla natal y pronto se da cuenta de que las heridas que creía cerradas distan mucho de estarlo. Pedro no ha dejado de sufrir por ella y lo que pudo ser entre ambos, y cuando se ven obligados a trabajar juntos para resolver un misterio que el padre de ella ha dejado tras de sí, los sentimientos vuelven a aflorar con rapidez.
Me ha encantado el joven Pedro por su descaro, su valentía y su nobleza. Y el Pedro maduro porque sigue siendo un hombre íntegro, generoso y fiel a sus principios, y que mantiene mucho de aquel chico del que Inés se enamoró perdidamente. Creo que es inevitable tomar partido por él, porque desde un principio da la sensación de que ella se engaña a sí misma, y el pobre Björn no tiene muchas posibilidades, por mucho que su vida sea aparentemente cómoda y razonablemente feliz. No es suficiente cuando se ha tenido todo y el destino te lo pone de nuevo al alcance de la mano.
La testarudez de Inés me lo ha hecho pasar mal, lo confieso. No estaba muy segura de cómo iba a terminar la cosa, y me ha sorprendido en más de un sentido, y siempre para bien. No me esperaba en absoluto el desenlace del misterio de la carta, y me vais a permitir que lo catalogue de "brillante", porque así me lo ha parecido.
Es una historia preciosa, entrañable, sorprendente y muy, muy recomendable.
