Hace tiempo ya que Noa Xireau se convirtió en una de mis escritoras favoritas de romántica paranormal. Me encanta la frescura con la que incorpora los elementos paranormales a la historia, y también la elegancia y sensualidad que desprenden las escenas eróticas en sus libros, por más atrevidas que sean. Supongo que es por eso que compré El cuento del lobo prácticamente cuando salió en preventa, y también por lo que me ha durado, literalmente, dos días.
SINOPSIS:
A Belén nunca le había gustado el cuento de Caperucita Roja, de hecho, lo odiaba. Estaba hasta las narices de que la compararan con una niñata tonta y caprichosa con capa solo por tener el cabello cobrizo. Era huérfana, las flores le producían alergia y ver un lobo de lejos la habría hecho salir huyendo o sacar una escopeta para matarlo. Probablemente, lo segundo, porque si algo había aprendido de su secuestro en la otra dimensión era que cualquier cosa era posible, y solo Dios sabía en qué más podía convertirse una de esas bestias peludas con colmillos y ojos luminosos.
Puede que, si no le hubiera tenido tanta tirria al dichoso cuento de Caperucita, se hubiera dado cuenta del mensaje que escondía: «No te desvíes de tu camino y ve derecho a tu destino»; pero ya era tarde para eso. Solo ella podía acabar encerrada en la celda de un apestoso sótano con un chucho gruñón como única compañía, en tanto que sus sueños seguían siendo invadidos noche tras noche por el único hombre capaz de convertir el odio en la pasión más desenfrenada y el desdén, en pura necesidad.
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Reconozco que cuando vi el tiempo estimado de lectura casi me asusté, porque además mi lectura anterior se había alargado un poco más de lo que hubiera querido y no me veía con mucho ánimo de enfrentarme a otro libro que se me hiciera igual de largo. Pero hay autoras que son un valor seguro y pensé que merecía la pena arriesgarme. Y no me equivoqué.
Hace bastante que leí el Cuento de la Bestia y recordaba la historia a grandes rasgos, pero no me ha supuesto mayor problema, porque enseguida me he metido de lleno. Los personajes principales habían dejado suficiente huella en mi memoria. La relación entre Cael y Belén es explosiva, y no solo por sus nefastos comienzos, sino porque sus caracteres chocan de manera frontal. Ella ha luchado desde niña contra la vulnerabilidad, y eso la ha hecho una experta en el arte de atacar, de golpear primero y de armarse con una fachada de indiferencia y desdén que da una imagen muy distorsionada de lo que es en realidad: una superviviente que solo trata de evitar que la vean doblegada.
Aunque la sinopsis es bastante críptica, y apenas revela nada más que el hecho de que es encerrada, no había imaginado que esa situación se prolonga durante buena parte de la novela y condiciona en gran medida la nueva relación que establecerá con su "chucho" después de su secuestro en la otra dimensión. Cael es odioso, prepotente e hiriente (bueno, un reflejo de como ella lo trata, en cierto modo), pero también se revela como un hombre protector, fiel, detallista (incluso en circunstancia casi desesperadas) y, sobre todo, bueno. El perfecto protagonista de un romance paranormal. Es imposible no perdonarle sus errores y enamorarse perdidamente de él.
La historia es dura, sobre todo por haber niños inocentes de por medio que son sistemáticamente sometidos a privaciones y torturas. Niños que, a pesar de ello, son capaces de aferrarse a la esperanza y también, y no menos importante, de seguir actuando como niños. Me ha parecido magistral la forma de combinar la fantasía con la realidad, y seres asombrosos, oscuros, llenos de magia y de habilidades increíbles, con un mundo que, aparentemente, conocemos, aunque la mayor parte del tiempo no somos conscientes de la crueldad que es capaz de albergar.
Traiciones, miedo, esperanza, pasión, odio, amor, lealtad, magia, acción y muchas sorpresas en una novela que engancha sin remedio y te obliga a seguir y seguir hasta que te das cuenta de que te quedan dos capítulos y te la has bebido en un suspiro. Muy, muy recomendable.
