LA FÓRMULA DEL AMOR, de Rafael Belda Ros.
Me temo que me va a resultar difícil explicar lo que me ha parecido este libro. Veamos: empezaré diciendo que, aunque apenas había leído un poco por encima la sinopsis, creo que no es muy reveladora sobre el contenido. O quizás es que yo esperaba otra cosa, aunque tampoco es que tuviera una idea preconcebida. Resulta que la novela no se parece a ninguna otra que recuerde haber leído, aunque también puntualizaré que no creo que sea una novela romántica ni deba estar clasificada como tal. Al menos no es lo que yo entiendo por romántica. Quizás necesita afinar un poco con el subgénero, o quizás es que simplemente es diferente, pero me ha cogido un poco por sorpresa.
Cuenta la historia de Raúl, un hombre joven (posiblemente demasiado joven para su forma de hablar y de pensar, o eso me ha parecido a mí) encerrado en una relación muerta con una novia odiosa y prepotente. Quiere encontrar el amor verdadero y en una noche extraña, un hombre más extraño aún le ofrece la oportunidad que busca. Y entonces aparece Tina.
Tina es, probablemente, la protagonista más insoportable que alcanzo a recordar. Es infantil, bipolar, obsesiva, oscura... La verdad es que no he sido capaz de ver qué encontraba Raúl en ella, fuera de su propia obsesión por encontrar el amor, sin mirar en quién. La razón para el carácter de Tina queda bastante bien explicada, pero aún así, la relación me ha parecido desde el principio enfermiza, obsesiva y destructiva. Como historia de amor, no me ha convencido. Tal vez el problema sea que para mí, la historia que cuenta no es lo que yo entiendo por romántica.
No voy a destripar el final, ni la intriga, que al fin y al cabo son lo que me han hecho pasar página tras página a pesar de no acabar de cogerle el tranquillo. En sí, la idea central de la novela me ha gustado y sorprendido mucho. Es una buena historia, si bien su forma no encaja demasiado con mis gustos.
Muchas veces he comentado que, así, en general, no me gusta la poesía. Pues bien, esta novela está escrita en un tono marcadamente poético, el protagonista escribe retazos de poesías casi cada vez que tiene que escribir algo y además el lenguaje es un tanto barroco y cargado de adjetivos. En más de una ocasión se me ha hecho un tanto pesado por este motivo. Puede que el lenguaje que utiliza, la forma en que se estructuran las frases y las elaboradas descripciones sean el recurso necesario para crear una atmósfera opresiva y onírica que acompaña a la historia y la envuelve como una pesadilla al margen de la lógica, tiñéndola de irrealidad, pero a mí a ratos me ha saturado.
En fin, si os gustan las historias con un punto oscuro, quizás os sorprenda...
Este libro me tocó en el RA el pasado febrero, y lo tenía guardado para cuando me apeteciera leer algo cortito en mis viajes de ida y vuelta al trabajo. La verdad es que me ha gustado, sobre todo teniendo en cuenta que es una novela de vampiros bastante normal, aunque creo necesario recordar que estoy leyendo la Hermandad de la Daga Negra, con unos vampiros que no encajan en el patrón tradicional y ponen el listón muy, muy alto, a eso me refiero con que estos son normales: se alimentan de humanos, se convierten de humano a vampiro bebiendo sangre de otro vampiro... Esas cosas. La historia está bien narrada y mantiene sin problemas el interés del lector. Los personajes me gustaron desde el primer momento, el estilo es ágil y tiene un buen ritmo. Hay erotismo bien narrado, pasión intensa, un amor más allá del tiempo, un enemigo eterno... Tiene alguna carencia en cuanto a corrección, sin embargo la maquetación y el formato son más que adecuados. Me ha durado dos días y sin duda lo recomiendo.
En cuanto al reto aquel que consideré... Bueno, supongo que puedo añadir uno:
-Un libro que tengas pero nunca hayas leído: Sed de ti, que lo tengo desde febrero. Yo creo que sirve, jajaja...
Y en fin, hasta aquí llegué. Me encantaría que me dijerais si habéis leído alguno de estos libros y qué os parecieron.
Gracias por la visita y os espero de nuevo el próximo mes.
